Hay ocasiones en que ves
una película en la cartelera de tu cine y te llama la atención, pero no lo
suficiente como para lanzarte a verla el fin de semana de su estreno. En estos
casos, los miembros este equipo acostumbramos a optar por esperar a leer las
primeras críticas, pero no las profesionales, sino las de los aficionados.
Un poco esta es la
situación que vivimos con “La reina Victoria y Abdul”, la película de la que os
queremos hablar en esta crítica. La vimos en cartelera a mediados de septiembre
pero nos frenamos hasta conocer las valoraciones de más aficionados. Al final,
optamos por verla y lo hicimos, como debe ser, en pantalla grande.
La historia de “La reina Victoria
y Abdul” nos lleva directamente a la India imperial británica de 1887. Allí nos
encontramos con el joven Abdul Karim (Ali Fazal), quien trabaja de escribiente
en la cárcel de Agra. Un día, en los meses previos a la conmemoración de los 50
años del reinado de Victoria I de Inglaterra, Abdul es seleccionado junto a
Mohammed para ser los sirvientes de la reina en la corte.
Después de dos largos
meses de travesía, Abdul y Mohammed llegan a Inglaterra, donde rápidamente son
aleccionados por el personal de palacio con el fin de convertirse en dos
sirvientes más. Pese a los esfuerzos del servicio, muy pronto Abdul se saltará
las normas y entrará en contacto la reina Victoria I (interpretada por Judi
Dench).
A partir de este primer
contacto, todo se precipita en palacio ya que Abdul se convierte de la noche a
la mañana en el criado personal de la reina mientras Mohammed, su amigo, queda totalmente
relegado a un tercer plano viendo como sus posibilidades de volver pronto a la
India se esfuman sin remedio.
La reina, sumida en un
proceso de profundo agotamiento y sin más deseo que el de acabar pronto sus
días, ve en el joven Abdul un soplo de aire fresco en su vida, una persona que,
pese a todas las distancias sociales, le habla de tú a tú, dándole la fuerza
suficiente para volver a revivir.
Al poco tiempo, las
primeras voces contrarias a Abdul empiezan a sonar en palacio, provocando que
la reina haga que Abdul pase de ser su criado personal a ser su “munshi”, su
maestro, integrándolo así en los viajes, aprendiendo urdu (la lengua de la
comunidad musulmana en la India) junto a él, etc.
La rápida ascensión de
Abdul dentro de palacio provoca la contundente reacción de los cortesanos, los
cuales no entienden ni quieren entender la relación de la reina con su
“munshi”. Y, como bien os podéis imaginar, aunque “La reina Victoria y Abdul”
es una cinta biográfica, no vamos a extendernos más hablándoos de su argumento.
Como en la mayor parte de
películas biográficas, la mayor parte del peso en su éxito o su fracaso recae
sobre su protagonista. En esta ocasión, tanto Judi Dench en su papel de reina
Victoria como Ali Fazal dando vida a Abdul Karim hacen un trabajo brillante como
protagonistas absolutos de “La reina Victoria y Abdul”. La veterana Dench borda
su papel de insoportable (y a la vez entrañable), deprimida, irritable y
obscenamente poderosa reina Victoria, mientras que Fazal nos hace creer
enteramente en su personaje y en la fuerza de la verdad, la amistad y la
ilusión por encima de todos los prejuicios. En cuanto a los secundarios, la
verdad es que no desentonan en absoluto, creando y dando vida a una nube de
personajes tan repelentes y odiosos que parecen una orden de buitres esperando
pacientemente para hacerse con su presa (la propia reina Victoria).
De todas formas, una de
las cosas que más nos ha gustado ha sido la recreación de la fastuosa vida de
la monarca, la cual es, sin dudas, totalmente contrapuesta a la vida llevada
por el humilde personaje de Abdul Karim, tratando sin pelos en la lengua temas
tan candentes como la hipocresía, el racismo, el clasismo y la bajeza humana,
haciéndolo mediante la introducción de pequeños momentos de comedia combinados
con otros de extrema dureza. Por el contrario, como puntos negativos de “La
reina Victoria y Abdul” indicaremos únicamente un ritmo que en algunos momentos
puntuales resulta excesivamente lento, así como lo plano del propio argumento,
siendo posible predecir en muchas secuencias lo que ocurrirá en la próxima.
Con todo, nuestra nota
final para “La reina Victoria y Abdul” es de un 7 sobre 10.
Título original:
“Victoria and Abdul” – 2017 – Reino Unido
Dirigida por: Stephen
Frears
Duración: 112 minutos
Género: Drama, Biográfico
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