Desde
hace unos años, como sociedad vivimos sumidos en una vorágine de noticias sobre
violencia, ataques, etc. Con todo, y como muy bien sabéis, de violencia no hay
de un solo tipo y no a todo el mundo le afecta por igual. Hoy, en este pequeño
rincón os traemos una película que, aunque llegó a estar nominada a varios
premios Oscar de la Academia, a los miembros de este equipo nos pasó totalmente
desapercibida cuando llegó a la cartelera.
De
hecho, pasó tan desapercibida que, la olvidamos hasta que hará un par de años
una profesora de inglés nos la recomendó verla en versión original. Con todo,
no lo hicimos, y volvimos a olvidarla hasta hace poco, cuando nos la
encontramos en las sugerencias de la plataforma de streaming, Netflix.
Sí,
hoy en este pequeño rincón os hablaremos de cinta irlandesa de 2015, “La
habitación”.
“La
habitación” empieza presentándonos a los dos protagonistas principales de la
historia, Jack (a quien da vida Jacob Tremblay) un niño a punto de cumplir los
5 años y su madre, Ma (interpretada por Brie Larson). Ambos viven en una
pequeña habitación sin ventanas y con una única apertura para ver el exterior,
una claraboya.
Durante
los primeros minutos de metraje, se nos cuenta la vida que llevan Jack y su
madre, para el pequeño todo es normal ya que, su único mundo conocido es la
pequeña habitación con su ventana hacia el cielo y la presencia algunas noches
de un extraño hombre, al que apodan “el viejo Nick”, aunque él no le conoce,
pues cuando llega a la habitación, él tiene que esconderse en el armario.
Justo
cuando Jack va a cumplir los cinco años, Ma decide contarle la verdad al
pequeño, y para ello empieza a contarle que, fuera de la habitación hay todo un
mundo, con árboles, animales y mucha más gente. Aunque inicialmente la reacción
de Jack es mala (se siente engañado y no quiere asumir la verdad), con una
nueva llegada de “el viejo Nick” decide darle cierta credibilidad a Ma,
descubriendo así que “el viejo Nick”, es una persona mala que secuestró a su
madre hace 7 años y les mantiene en la habitación encerrados.
Como
Ma cree injusto que continúen en la habitación, trama un plan y convence a Jack
para que le ayude a llevarlo a cabo. El plan pasa por que Jack finja hacerse el
muerto en la próxima visita de “el viejo Nick” para que este se lo lleve lejos
de la habitación, para que así, cuando pueda, el pequeño huya y pida ayuda.
Lo
traman todo bien, como deshacerse de la manta donde estará envuelto, en que
momento escapar de la furgoneta donde le meterá, y como, a la primera persona
que vea, Jack le deberá entregar una nota que Ma le prepara.
El pequeño Jack y Ma preparando su fuga |
Todo,
sale totalmente bien, menos que no puede entregar la carta ya que, Nick se la
roba en el último momento. Por suerte para Jack, el hombre que le encuentra
llama a la policía y entrega al pequeño que, cuando se tranquiliza, cuenta su
situación propiciando que, Ma, sea rescatada.
A
partir de este momento, empiezan dos nuevas vidas, la del pequeño Jack y la
recuperación, bastante traumática, de la libertad de Ma. Mientras que, para
Jack, todo es nuevo y sorprendente: tiene una abuela, un abuelo, hay más niños
cerca, existen los perros y los árboles, etc. para Ma (que realmente se llama
Joy) los recuerdos de siete años de cautiverio le perturban y le duelen,
destrozándola psicológicamente.
¿Conseguirán
ambos adaptarse a su vida en libertad? Como ya os podéis imaginar, nosotros
sabemos la respuesta, pero no os la diremos aquí.
Técnicamente,
lo que más nos llama la atención de “La habitación” es el desarrollo argumental
de la misma, enfocando un tema delicadísimo sin caer en el sensacionalismo que
hubiese podido llevarle a ser considerada un mero telefilm de sobremesa de
domingo. La delicadeza con que se nos guía a través de la historia, sin
sobresaltos, sin amarillismos y con extremado buen gusto hace que “La
habitación” sea un auténtico viaje por las emociones del pequeño Jack y su
madre Ma/Joy.
Otro
punto remarcable de “La habitación” es su estructura, claramente divida en dos
partes, en la primera de ellas se explora el cautiverio y sus efectos sobre las
personas, mientras que en la segunda parte, y con muy buen gusto, se exploran
las consecuencias de dicho cautiverio, tanto en la persona que no había
conocido nada más (el pequeño Jack), como en la persona que ha perdido siete
años de su vida con las dificultades de la misma para superarlo y aceptar las
consecuencias que arrastra (Ma/Joy).
Interpretativamente
nos quitamos el sombrero ante sus dos protagonistas principales, Brie Larson
está soberbia dando vida a la angustiada, destrozada, secuestrada y violada
repetidamente y durante siete años, Joy, y el pequeño Jacob Tremblay (que
tendría en esa época unos 7 años) está gigante y estremecedoramente real en un
papel, el de Jack, para nada fácil.
Sin
lugar a dudas, el gran trabajo de Larson y Tremblay, junto con el buen hacer técnico,
son el auténtico puntal de “La habitación” una cinta que, desgraciadamente no
habrá llegado a todo el mundo.
Por
todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “La habitación”, esta
estremecedora y a la vez bella cinta, es de un 8 sobre 10.
Título original: “Room” – Irlanda - 2015
Dirigida por: Lenny Abrahamson
Duración: 118 minutos
Género: Drama
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