Hasta
que en 1995 llegara a nuestras carteleras una película de animación digital
titulada “Toy Story”, hubo un único rey en el mundo del cine de animación, el
gigante Disney. A partir de ese momento, los creadores de “Toy Story”, Pixar,
no solo se hicieron un hueco en ese mundo, si no que se convirtieron en todo un
referente.
Bajo
el inconfundible sello de Pixar, basado principalmente en el uso de tecnología
punta para dar realismo a sus obras y en tratar temas que se alejan del cine infantil
(la amistad, la diferencia, los sentimientos, la muerte, etc.), ha conseguido
que, cada una de sus películas sea una obra esperada y deseada para una inmensa
mayoría, contándose sus obras (salvo alguna excepción como el caso de la saga
Cars) por auténticos éxitos.
Durante
los años de la pandemia de COVID (el 2020 y 2021) y pese a que solo se le permitió estrenar en el cine y fugazmente una de sus obras, “Onward”, ha
continuado deleitándonos con sus originales. Hoy en este rincón os queremos
comentar el único lanzamiento de Pixar del pasado 2021, “Luca”.
“Luca”
llegó a nuestras carteleras a mediados de junio de 2021 y lo hizo rodeada de
cierta polémica, a nuestro entender, bastante forzada, y es que mucha gente le
quiso ver un trasfondo como la primera historia homosexual de firma, no sé,
cosas del márquetin o de determinadas mentes con poder de influencia.
“Luca”
empieza desplazándonos cerca de la costa italiana en un lejano e imaginario 1954,
allí, en la profundidad de sus aguas nos encontramos al protagonista de la
historia, un joven monstruo marino llamado Luca que vive con su familia
cuidando un rebaño de peces cabra.
Luca
vive feliz, aunque deseando una cosa que su familia le prohíbe por el peligro
que suponen los que allí viven, acercarse a la superficie. Con todo, un día, y
mientras cuida a su rebaño conoce a Alberto, otro joven monstruo marino que, al
revés que él, vive en la superficie y de vez en cuando se acerca a las
profundidades.
Como
no podía ser de otra forma, Alberto acaba animando a Luca a salir del océano.
Entre temeroso y animado a la vez, Luca descubre un nuevo mundo y que, una vez
secos, los de su especie se convierten en humanos.
Ya en “casa”
de Alberto, una especie de museo de cosas perdidas por los humanos en el mar, ambos
chicos inician una buena amistad y un deseo común, tener una Vespa. Ni cortos
ni perezosos, y sin mirar el tiempo, ambos chicos se ponen a montar una Vespa
improvisada con la única referencia de una vieja placa.
Después
de una de sus tardías vueltas a las profundidades, los padres de Luca descubren
que el pequeño ha estado en la superficie y deciden que quizá sería bueno para
el pequeño que lo enviaran con su tío a las profundidades del mar. Obviamente
Luca no acepta y se fuga con Alberto a la superficie.
Luca, Alberto y Giulia en una Vespa |
Ya en
la superficie, Luca y Alberto tienen una idea feliz, ir a la villa cercana de
Portorosso (uno de los pueblos imaginarios que constituirían la real
CinqueTerre) y comprarse una Vespa real para irse después a recorrer el mundo.
Ya en el pueblo, los chicos se encuentran con Ercole, el típico chulo local y
múltiple ganador de la “Carrera de Portorosso” una especie de triatlón con un
premio que les permitiría poderse comprar su ansiada Vespa.
La única
forma que ven para conseguir su objetivo es unirse con una chica del pueblo,
Giulia, la hija de Massimo el pescador. Como la “Carrera de Portorosso” se
compone de tres pruebas, y la de natación Luca y Alberto no pueden hacerla por
motivos obvios, dejan esta para Giulia, repartiéndose entre ellos las otras dos
pruebas, una comilona de pasta y una carrera en bicicleta.
Ya os
podéis imaginar, la rivalidad y el juego sucio de Ercole, sus problemas para
mantener su secreto, la relación de amistad y quizá algo más con Giulia, etc.
marcarán el desenlace de “Luca”, aunque como bien sabéis, nosotros nos lo
guardaremos celosamente.
No os
vamos a engañar, mucha gente ha criticado y destrozado a “Luca” catalogándola
desde “oda gay” hasta película menor de Pixar. Nosotros, sinceramente, no vemos
ni una cosa ni la otra, lo que vemos es que, por esta vez, Pixar se ha lanzado
a la profundidad del mar para sacar una historia que no es nada profunda (para
eso ya tenemos “Soul”, “Coco”, etc.), es más bien una historia sencilla sobre
la amistad y la lucha por conseguir sus objetivos, eso sí, sin abandonar una
cuidadísima técnica.
“Luca”
tiene en su contra la previsibilidad ya que, una vez jugada la carta de
monstruo marino que se convierte en humano cuando se seca, el resto de trama y
por consiguiente del metraje, carece de toda sorpresa, manteniendo siempre un toque
a drama mientras nos cuenta su lucha por ganar y por reivindicar la diferencia
y el valor de esta.
Técnicamente,
pues os podemos decir muy poco, simplemente que continua con el excelente nivel
técnico que nos tienen acostumbrados los californianos de Pixar. Sin lugar a
dudas, un auténtico espectáculo de color y realidad que te hace sentir
totalmente integrado en la pantalla.
Como
ya os hemos comentado de entrada, para nosotros “Luca” no es para nada una
película menor de Pixar, aunque sí quizá, es una película más infantil de lo
que nos tenían acostumbrados, con todo, es una cinta ideal para ver tanto en
pareja tumbados en el sofá, como con niños o en una velada tranquila.
Por
todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Luca” es de un 7 sobre
10.
Título original: “Luca” – USA – 2021
Dirigida por: Enrico Casarosa
Duración: 95 minutos
Género: Animación
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