Doce años después de la
sorpresa que supuso el estreno de “Ice Age: La edad del hielo”, el pasado
verano de 2016 llegó nuestras pantallas la quinta parte de la saga “Ice Age”,
titulada “El gran cataclismo”.
En su momento, los del
equipo descartamos verla en el cine ya que después de ver su tráiler tuvimos la
sensación de que íbamos a ver una secuela sin apenas ideas nuevas, siendo estos
temores confirmados posteriormente vistas las críticas que recibió, llevándonos
todo ello a dejarla en nuestro cajón de futuribles.
Hace unos días, y aprovechando
un viaje intercontinental, descubrimos que podíamos matar dos pájaros de un
tiro viendo la quinta parte de la saga “Ice Age” y haciéndolo en inglés para,
si no nos gustaba, como mínimo aprovechar el tiempo haciendo oído con la lengua
de Shakespeare.
Cronológicamente, si se
le puede llamar así, la historia se sitúa a continuación de los hechos
acontecidos en “Ice Age: La formación de los continentes” con todos los
protagonistas sumergidos en sus propias cavilaciones y miedos. Así, tenemos a
Manny intentando convencer a su hija Melocotón de que no se case con su novio, a
Diego sintiendo la llamada de la paternidad y a Sid llorando desconsoladamente
por su ruptura con su novia Francine.
Paralelamente a esto, a
miles de kilómetros de distancia, Scrat continúa buscando sin pausa su ansiada
bellota cuando cae accidentalmente en el interior de una nave espacial. Sin
saber muy bien cómo, Scrat pone en marcha la nave espacial haciendo que ésta
choque contra un asteroide que, accidentalmente impulsa hacia la Tierra.
Mientras tanto, en la
Tierra nuestros amigos están celebrando la fiesta de cumpleaños de Manny cuando
ven que un gigantesco meteorito va directo hacia ellos. Presos del pánico del
momento, emprenden una huida guiados por Buck, decidiendo en los primeros
momentos de tranquilidad trazar un plan para salvar la Tierra de su destino más
evidente.
Como ya os podéis
imaginar, dejaremos aquí el desglose argumental, guardándonos tanto el
desenlace de la aventura principal como de las tramas de cada una de las
parejas de la cinta para pasar a comentaros nuestras impresiones.
Bajo nuestro punto de
vista, esta “Ice Age. El gran cataclismo” es, con diferencia, la más floja de
las cinco partes que componen la saga. Así, nos encontramos con una nueva huida
de la cuadrilla de protagonistas así como con la invención de un descabellado
plan para salvar su mundo del impacto de un meteorito, estando todo ello rodeado
de las desventuras de Scrat buscando su bellota. En definitiva, nada nuevo bajo
el sol.
En cuanto a los
personajes, indicar que los originales (Manny, Diego y Sid) se han quedado en
esta parte de la saga relegados a papeles casi de secundarios debido al
protagonismo de sus parejas (Ellie, Shira, Francine) e hijos (Melocotón y su
novio Julian). Es decir, lo que en un principio podría ser una evolución
natural, se convierte en algo que en esta ocasión no funciona, al igual que
tampoco lo hacen los gags que tan bien hilvanados estaban en otras partes de la
saga.
Lo único positivo que le
sacamos a “Ice Age. El gran cataclismo” es la metáfora del título con la trama
argumental de los personajes protagonistas, con la reacción de Manny al
enterarse que su hija quiere abandonar el nido y formar su propia manada, es
decir, un cataclismo en toda regla.
Nos gustaría decir que,
como mínimo es una película entretenida pero realmente no es así, ya que la
hora y media de metraje se nos hizo por momentos excesivamente pesada. Aunque
mucho nos tememos que habrá una nueva entrega, por eso de cerrar dos trilogías,
creemos que los síntomas de agotamiento de la saga son excesivos, por tanto,
nuestra nota final es de un 4 sobre 10.
Título original: “Ice
Age: Collision Course” - USA – 2016
Dirigida por: Mike
Thurmeier, Galen T. Chu
Duración: 94 minutos
Género: Animación,
Aventuras
Otras partes de la saga:
“Ice Age 2: El deshielo”
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