viernes, 4 de marzo de 2011

Sígueme el rollo

Sígueme el rollo - Cartel
En pleno fin de semana de entrega de los (c)Oscar 2011, los del equipo nos decidimos a pasar por la sala de cine, aunque no para ver alguna de las candidatas (pues ya habíamos visto las mejores: “El discurso del Rey” y “Origen”) sino para disfrutar de un rato de desconexión aprovechando una genial de oferta de la gente de Yelmo Cineplex (todas las sesiones al 50%).

Y para desconectar, ¿que es mejor? ¿Una buena comedia sin demasiadas pretensiones, o un drama sobre la violencia doméstica? Para nosotros está más que claro: una comedia. Así que, sin mucha dilación, nos pusimos a buscar la candidata perfecta, y esta por unanimidad del equipo fue: “Sígueme el rollo”.

La historia empieza en modo flash-back, presentándonos los momentos previos de la boda de Danny (Adam Sandler), un joven judío físicamente desafortunado (como diría Góngora: “Érase un hombre a una nariz pegado”). Allí, en los cambiadores de chicas, la novia cuenta a sus doncellas lo feo que es Danny, y cómo justo esa noche le ha puesto los cuernos. Entretanto, en el otro lado de la puerta, tanto nuestro protagonista como su hermana se encuentran escuchándolo todo, lo que provoca que Danny se derrumbe y cancele su boda. No obstante, de ella queda el anillo de compromiso, el cual le abrirá las puertas desde esa misma noche al mundo de los “ligues”.

Años más tarde, ya con la carrera de cirujano plástico finalizada, una nueva nariz y una pequeña clínica entre manos, Danny continúa utilizando el anillo de su no-boda con fines puramente sexuales. El problema viene cuando conoce a Palmer (Brooklyn Decker),  una joven profesora de la que se enamora perdidamente, pero a la que no le hará ninguna gracia ver un anillo de boda en el bolsillo de su hombre. Esto hará que nuestro protagonista se invente un supuesto divorcio con el fin de conservar a su amor, pero Palmer le exige conocer a su supuesta mujer, por lo que convence a su ayudante Katherine (Jennifer Aniston) para que se haga pasar por su mujer.

¿Que qué pasa a partir de aquí? Pues, como la historia es algo enrevesada, preferimos no decir nada más… bueno, por eso, y porqué no queremos reventarle a nadie ni esta, ni ninguna película. Por ello, damos paso a lo mejor y lo peor de la película.


Lo mejor de “Sígueme el rollo”

  • A lo largo de la película aparecen diversas situaciones que provocan que te rías muchísimo. De hecho, prácticamente toda la sala se reía junto con nosotros, lo que es un buen indicador del sentido del humor utilizado.
  • Jennifer Aniston demuestra, una vez más, que es una gran actriz de comedia. Eso sí, cómo nos gustaría a los del equipo verla cambiar de registro en alguna ocasión…
  • La historia, aunque no deja de ser muy típica (ya que sabes tanto cómo empieza y cómo acaba), es a su vez una vuelta de tuerca en su género por lo original de su guión.

Lo peor de “Sígueme el rollo”

  • La película no aporta absolutamente nada nuevo a la historia y la evolución del cine, aunque somos conscientes de que éste tampoco es su objetivo.
  • Tal vez sea algo propio de los del equipo, pero… ¿Porqué es actor Adam Sandler? Bajo nuestra opinión, en esta película actúa peor de lo que es habitual en él, por lo que pensamos que si el papel protagonista hubiese recaído en otro actor, la calidad final de la cinta hubiese sido superior.
  • Algunos de los aspectos enrevesados del guión quedan resueltos al final de la película como por arte de magia, por lo que ni te enteras dónde han ido quedándose algunos de los problemas que han aparecido a lo largo de la película.

Con todo, los del equipo valoraremos a la película con una nota media de 6,5, ya que, si bien no es ninguna joya, sí que consiguió que nos riésemos un buen rato, lo que ya dice mucho de esta cinta. Totalmente recomendable si el propósito es ir al cine a pasar casi dos horas de diversión asegurada. 




Título original:  "Just go with it" - USA - 2011
Dirigida por: Dennis Dugan
Duración:  117 minutos
Género: Comedia romántica

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