sábado, 3 de diciembre de 2011

El Gato con Botas


El Gato con botas - Cartel
No es la primera vez que sucede que un personaje secundario se acabe convirtiendo en principal. De hecho, podríamos decir que se trata de algo tan habitual que hasta tiene un género propio, ‘spin off’.

Realmente no es algo nuevo, pues hasta los “Ewoks” consiguieron su propio ‘spin off’ de “Star Wars”. La cosa está en partir de una situación de éxito (película, libro, tira cómica o serie de televisión) con personajes secundarios que llamen la atención, por ejemplo: el ‘guapo’ Lobezno de los “X-Men”, la divertida Aída independizada de “Siete vidas”, y porqué no, el divertido y desvergonzado Gato de “Shrek”.

Pues sí, somos muchos cuando nos cruzamos por primera vez con Gato, en “Shrek 2 por allá a un ya lejano 2004, pensamos que el personaje tenía el tirón suficiente como para convertirse en un nuevo filón de la factoría Dreamworks... esos ojazos, esa presentación “Zoy er gato con botah”... En definitiva, no nos equivocamos, pues tuvo su protagonismo en las tres últimas partes de la saga de Shrek y ahora, 7 años después le ha llegado la independencia con: “El Gato con Botas”.

La verdad es que, cuando vimos el trailer, nos llamó poderosamente la atención. Había un riesgo elevado de salir decepcionados del cine, sobretodo si el personaje continuaba la caída libre mostrada en “Shrek 4, donde se basaba única y exclusivamente en poner caritas, pero bueno, como el trailer pintaba bien, hicimos lo posible para estar en el cine el fin de semana de su estreno.

La historia empieza muchos años antes que nuestro amigo conociera al ogro verde más famoso de la historia del cine, cuando Gato empezaba a forjarse un nombre tanto entre los forajidos como entre las damas, gracias a sus dotes con la espada y su desenfadado poder de seducción (vaya, que no hay gatita que se le resista).

Buscando su nuevo golpe, Gato se da de bruces con lo que parece ser una gran aventura, hacerse con unas habas mágicas que le permitirán salir definitivamente de la pobreza, pues le llevaran a un mágico castillo habitado por una oca mágica (es capaz de producir huevos de oro).

Evidentemente a nuestro protagonista se le erizan los bigotes solo de pensar en el oro que allí encontrará, todo hasta que descubre que no hay un par más de rufianes tras las habas mágicas, una linda gatita llamada Kitty Zarpas Suaves (a quien pone voz Salma Hayek) y un viejo ‘amigo’ de infancia de Gato, Humpty Dumpty.

Los tres, quieran o no quieran, tendrán que acabar colaborando para hacerse con las habas mágicas, que están en manos de los malos malísimos de la película, Jack y Jill, los cuales, evidentemente van en busca de los huevos de oro.

Antes de aceptar la colaboración, Gato y Humpty deben solucionar un problema de confianza que hay entre ellos y que se originó años atrás, cuando ambos estaban en el orfanato de su pueblo. En esa época, y gracias a la avaricia y ganas de protagonismo de Humpty, nuestro amigo Gato se ve obligado a abandonar el pueblo donde había crecido.

Ya os podéis imaginar que aventuras y acción no le faltan precisamente a “El Gato con Botas”, ya que, tanto el flashback donde se nos cuenta la infancia y discusión de Gato con Humpty, como las posteriores aventuras de nuestros amigos con Jack & Jill, sus habitas y la oca de los huevos de oro si de una cosa está repleto es de aventuras y de acción, lo cual sinceramente, se agradece.

Pese al temor inicial de ir a verla, os debemos asumir que al final, la película nos pareció más bien justa. No es para nada aburrida, pero a la vez, nos es para nada sorprendente, pues aunque la acción fluye a raudales, no se abusa de las caritas de Gato, Antonio Banderas (que es quien, una vez más, le pone voz) está genial, ni la película, ni los gags que en ella se desarrollan son originales, más bien siguen la estela de los vistos en la saga “Shrek”.

Sinceramente le echamos de menos a nuestro minino cinematográfico favorito que fuera algo más sorprendente, que tuviera más cambios de registro, más pases de agresivo a seductor, o de espadachín a pobre gatito, en este sentido solo tuvimos la perla de verle beber su vasito de leche en plena taberna de forajidos.

No os vamos a negar que reímos, y que, aunque la vimos en 2D (una vez vista y valorada técnicamente, nos aventuramos a decir que no vale la pena pagar el suplemento que vale la tercera dimensión) nos gustó técnicamente aunque de ninguna de las maneras consideramos que “El Gato en Botas” pase a la historia del cine. Por todo esto, nuestra nota final es de un 6 sobre 10.




Título original: “Puss in boots” – 2011 – USA
Dirigida por: Chris Miller
Duración: 90 minutos
Género: Animación

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