Desde que vimos por primera vez el trailer de “Rio” (ya ni recordamos cuanto tiempo hace) quedamos prendados del dispendio de color y de efectos 3D que en él se mostraban, así que decidimos directamente que “Rio” pasaría ineludiblemente a la lista de películas que veríamos.
Y así fue, el pasado 9 de abril (justo un día después de su estreno) fuimos a la sala, a la hora indicada, convenientemente armados con nuestras gafas 3D, y ya os decimos de buenas a primeras que no nos arrepentimos.
La historia empieza en una exuberante selva tropical en la que los pájaros empiezan un colorista baile a ritmo de samba, plumas y colores entrecruzándose (¡y sin estar en un cabaré!). Allí, en lo alto de un árbol, mirando el espectáculo desde su nido, está el que será el protagonista de la historia, un pequeño guacamayo azul que, con la emoción del momento, cae del árbol justo en el momento que un grupo de furtivos llega al lugar para hacer su particular agosto.
Diez años después, nuestro protagonista, Blu, vive en un remoto pueblo de Minessota donde recibe todos los cuidados posibles de manos de su dueña (Linda) en la librería de ésta, hasta que un día reciben la visita de Tulio, un ornitólogo brasileño que anda buscando a Blu, el último macho de su especie.
En el mundo solo quedan dos ejemplares de guacamayo azul, nuestro protagonista, y Perla, una bella y arisca hembra que espera en el centro de recuperación de aves donde trabaja Tulio en Río de Janeiro.
Con no pocas dudas, Linda y Blu aceptan ir a Brasil, conocer a Perla e intentar la ardua labor de la repoblación, aunque justo al llegar a Río empezarán los problemas para nuestros protagonistas.
Justo cuando Blu y Perla empiezan a conocerse, Blu se da cuenta de algún que otro “problemilla”. El primero de ellos es que está tan domesticado que, al contrario que Perla, no sabe volar, lo que es todo un problema. Juntamente con esto, también descubre que no todos sus queridos humanos son tan buenos como pensaba al acabar tanto él como Perla pasando su primera noche juntos, atados y encerrados en una jaula en lúgubre favela de Río a la que llegan de la peor forma posible.
Como resulta evidente, el objetivo de nuestros amigos será huir de sus secuestradores y recuperar su libertad, lo que les hace vivir mil y una aventuras al lado de nuevos amigos y lógicamente nuevos enemigos en medio del espectacular carnaval de Rio.
¿Conseguirán nuestros amigos su ansiada libertad? ¿Blu aprenderá a volar? Y, lo más importante, ¿habrá más guacamayos azules? ¡Buf! Cuántas preguntas, ¿verdad? Como ya sabéis aquí no encontraréis la respuesta a estas preguntas, aunque los de equipo os aseguramos que en la película todas estas cuestiones quedan respondidas.
Lo mejor de “Rio”:
A los del equipo, “Rio” nos sorprendió muy agradablemente, y la verdad, fue por un buen número de razones, entre las cuales están:
- El despliegue de color. Ya desde el primer momento, la película llena cada una de sus secuencias de color, desde los bailes de los pájaros, hasta el desfile de carrozas en el sambodromo, pasando por la persecución al más puro estilo James Bond, por favelas de Rio.
- La imagen que nos da de la ciudad de Río de Janeiro. Sinceramente es una pasada, tanto su vista general, como su paso por el Cristo redentor, hasta la vida en las favelas. Simplemente perfecto.
- A nivel técnico destaca el vuelo de los pájaros. Es tan perfecto que casi parece que estemos viendo un documental de National Geographic.
- La historia. Es sencilla y efectista, lo que sin lugar a dudas permite enganchar y divertir tanto a pequeños como a mayores.
Lo peor de “Rio”:
En el apartado negativo, y enlazando con los últimos puntos que hemos remarcado como los mejores, tenemos:
- La historia no es especialmente original, abusando quizá de los tópicos de la protesta contra los cazadores furtivos y de las imágenes algo idealizadas de la ciudad de Río de Janeiro, por encima de una historia original y sorprendente.
- Técnicamente. Aunque los protagonistas pájaros son simplemente perfectos, los protagonistas humanos (Tulio y Linda) carecen totalmente de personalidad, con unos rasgos faciales y personales de lo más trillado, algo que ya pasaba con “Ice Age” (la trilogía completa) del mismo equipo que “Rio”.
De todas formas, nuestra valoración principal es que merece y mucho la pena, sobre todo para aquellas familias que desean disfrutar de un rato de buen cine, buenos gags, un 3D espectacular y color a raudales. Nuestra nota final es un 8.
Título original: “Rio” – USA – 2011
Dirigida por: Carlos Saldanha
Duración: 96 minutos
Género: Animación Digital
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