martes, 29 de diciembre de 2015

Asalto al tren Pelham 123

Asalto al tren Pelham 123 - Cartel
Hoy os traemos nuestra particular reseña de un thriller estrenado en 2009 que, entendemos, iba destinado a convertirse en un auténtico blockbuster y que con el paso de los años se ha acabado convirtiendo en un viejo conocido de las veladas de algunos de los canales de nuestra televisión, os estamos hablando de “Asalto al tren Pelham 123”.

Inspirada en la novela homónima de Morton Freedgood, “Asalto al tren Pelham 123” es una cinta de Tony Scott, con Denzel Washington y John Travolta como principales atractivos para dar popularidad a este remake o reinterpretación de una cinta de 1975.

La historia nos sitúa en el centro de control del metro de la ciudad de Nueva York. Allí, el coordinador de turno Walter Garber (interpretado por Denzel Washington) se dedica a controlar y coordinar el correcto funcionamiento de todas las unidades de tren de la ciudad.

Un día, el rutinario ritmo de incidencias que colapsan el centro de control se ve alterado por la acción de un grupo que consigue secuestrar un vagón del convoy Pelham 123 del metro con casi una veintena de sus pasajeros. Después de unos momentos de desconcierto, Ryder (John Travolta) se pone en contacto con el centro de control para exigirles la desorbitada cifra de diez millones de dólares antes de una hora como rescate de los rehenes, matando a una persona por cada minuto transcurrido en el caso de no recibir dicha cantidad.

Por si fuera poco, a los pocos minutos se incorpora al centro de control un equipo de especialistas en secuestros y negociación, lo cual molesta de sobremanera a Ryder, quien después de asesinar a un pasajero exige que Garber continúe como su interlocutor. Al final, aunque Garber está siendo investigado por un supuesto caso de aceptación de soborno, acaba de nuevo en su puesto de interlocutor con Ryder.

A partir de este momento, la tensión y el ritmo crecen a medida que el tiempo para conseguir el rescate exigido se va agotando. Finalmente, por un capricho de Ryder, Garber es escogido para llevar el rescate al vagón e intentar así aprovecharse de su amplio conocimiento de los túneles para desbaratar el secuestro.

¿Conseguirá Garber entregar el rescate antes de que muera alguno de los rehenes?  Y, lo que es más importante, ¿lograrán salir de los túneles? Nosotros ya sabemos las respuestas a estas y otras preguntas, pero evidentemente es porqué hemos visto “Asalto al tren Pelham 123“. Os emplazamos a hacerlo una de esas veladas o tardes de lluvia que se hacen infinitamente largas.

Técnicamente esperábamos mucho más de esta cinta ya que, aunque cuenta con un arranque electrizante y espectacular, un conjunto de decisiones erróneas y situaciones mal resueltas enturbian el resultado final a medida que van pasando los minutos de metraje, afectado sobre todo al ritmo y coherencia de la historia.

Respecto a las interpretaciones, decir que los dos personajes principales, interpretados por Travolta y Washington, rayan un nivel muy alto, dando credibilidad y hasta cierto punto cercanía. De todas formas, los del equipo nos quedamos con el trabajo de Denzel Washington, ya que su papel es bastante más complicado (sin serlo excesivamente) que el de Travolta, aunque eso sí, en ninguno de los casos es suficiente para levantar una película que al final resulta demasiado previsible y oscilante en su desarrollo.

En definitiva, consideramos a “Asalto al tren Pelham 123“ como una buena película de sobremesa. Nuestra nota final es de un 6 sobre 10.



Título original: “The taking of Pelham 123” – 2009 - USA
Dirigida por: Tony Scott
Duración: 106 minutos
Género: Thriller




sábado, 26 de diciembre de 2015

Big Fish

Big Fish - Cartel
Durante un tiempo no muy lejano, hablar de fantasía y cine en una misma frase equivalía, casi siempre, a mencionar a Tim Burton o a alguna de sus múltiples películas (por ejemplo: “Eduardo Manostijeras” o “Charlie y la fábrica de chocolate”). Hoy os hablaremos de otro claro ejemplo de esa época dorada del californiano, “Big Fish”.

Basada en la novela homónima de Daniel Wallace, “Big Fish” no es precisamente una película sencilla de entender, pero sí que es una cinta capaz de enganchar y sobretodo, emocionar al espectador, pero bueno, no nos avancemos a los acontecimientos y mejor pasamos a su argumento.

La película empieza presentándonos a Edward Bloom (interpretado por Albert Finney de mayor y Ewan McGregor de joven), un hombre que bien podríamos catalogar como un bicho raro, o bien como una especie de soñador empedernido o, quizá más acertadamente, como un gran narrador.

Edward tiene la facultad de convertir todos y cada uno de los momentos de su vida en acontecimientos llenos de magia y fantasía, lo cual hierve la sangre de su hijo Will (Billy Crudup) hasta el punto de llevar varios años sin hablarse. De todas formas, y aunque crea que su padre siempre le ha engañado, cuando Will se entera que Edward está en el hospital, cruza medio mundo para llegar rápido a su lado.

Al poco tiempo, Edward empieza a contarnos su historia siguiendo su particular estilo, desde su complicada infancia afectada por un extraño problema de híper crecimiento, hasta su reclutamiento para la guerra de Corea, donde conoce a dos hermanas siamesas que le ayudan a volver, pasando por su amistad con el gigante Karl.

Al llegar a Estados Unidos, Will descubre algunos datos curiosos que no conocía sobre la apasionante vida de su padre, así que decide preguntarle directamente sobre la veracidad de la misma. Evidentemente, “Big Fish” da una explicación a esta pregunta, pero creemos que resulta más que evidente que nosotros no os la contaremos desde aquí. Lo que sí haremos es daros nuestra particular visión técnica sobre la película.

“Big Fish” es una película realmente complicada ya que nos cuenta la historia de Edward Bloom desde el prisma de la imaginación y la fantasía sin dejar nunca de lado su potente componente de fábula. Para nosotros, esta es una de las últimas grandes obras de Tim Burton, ya que en ella consigue desplegar todas sus dotes de fabulista e impregnarle, sin que se note en exceso, su particular visión gótica.

Interpretativamente “Big Fish” no es una gran película, pero Ewan McGregor (el Edward Bloom que tiene más protagonismo en la cinta) lo hace realmente bien, dando coherencia a un personaje complicado por las emociones e ilusiones que trasmite. El resto de personajes cumplen con su difícil fin, que no es otro que llenar la cinta con los más variopintos y estrafalarios personajes.

Por otro lado, el gran lastre de “Big Fish” nos lo encontramos en la propia particularidad de su montaje, ya que sus contantes saltos entre la realidad de Will y Edward, así como los recuerdos y fabulaciones del segundo, la película se convierte, por momentos, en un pequeño caos de ritmo, color y personajes.

Con todo, los miembros de este equipo la consideramos como una película que todo aficionado al cine y a la fantasía debe ver como mínimo una vez en su vida. Nuestra nota final es de un 8 sobre 10.



Título original: “Big fish” – USA  - 2003
Dirigida por: Tim Burton
Duración: 126 minutos

Género: Drama, Fantástico 
lunes, 14 de diciembre de 2015

Hancock


Hancock - Cartel
Desde hace unos años y de forma bastante regular, las carteleras de nuestras salas de cine se llenan de los más variopintos superhéroes, llegando la mayoría de ellos a la gran pantalla gracias al trabajo de la gente de Marvel (“Los 4 fantásticos”, “Batman”, “Superman”, “X-Men”, etc.). No obstante, y como hay vida más allá de esta gran factoría, hoy hemos decidido dedicar esta nueva entrada a un súper héroe de lo más particular que llegó a nuestras pantallas en 2008, “Hancock”.

La historia nos traslada a una imaginaria ciudad de Los Ángeles. Allí, John Hancock (Will Smith), un súper héroe dotado de los poderes de vuelo, invulnerabilidad, fuerza incalculable e inmortalidad mantiene a raya la delincuencia de la ciudad sembrando a la vez el caos y la destrucción de todo aquello con lo que se cruza, haciendo público y evidente que sufre un gravísimo problema por desgracia característico de los mortales y que no es otro que el alcoholismo.

Su problema con la bebida llega a tal punto que es continuamente abucheado y odiado por la ciudadanía, a la par que denostado por el Departamento de Policía de Los Ángeles. Quien tampoco goza de mucha suerte en su vida profesional es el experto en relaciones públicas Ray Embrey (interpretado por Jason Bateman), quien acaba siendo rescadado por Hancock después de quedarse atascado en las vías de tren tras sufrir un gran fiasco comercial, sembrando nuestro súper héroe de nuevo el caos y la destrucción a su paso.

Como agradecimiento, Ray invita a John a su casa para presentarle a su esposa Mary (Charlize Theron), a su hijo Aaron y, de paso, ofrecerle la posibilidad de ejecutar un plan destinado limpiar su imagen pública, aunque para ello tenga que pasar un tiempo en prisión. A regañadientes, nuestro protagonista acepta la propuesta.

Con la ciudad totalmente desprotegida y Hancock entre rejas los niveles de delincuencia se disparan por las nubes, lo que provoca que pronto sea requerido por el jefe de la policía para colaborar en la liberación de un grupo de rehenes presos en el atraco a un banco. Por suerte para todos, el rescate sale bien y Hancock es aplaudido por la ciudadanía de Los Ángeles, tal y como Ray había pronosticado previamente.

Para celebrarlo, John, Mary y Ray se van de cena y allí, entre copa y copa, John les cuenta lo que recuerda sobre su inmortalidad y sobre un misterioso acontecimiento que le sucedió 80 años atrás, cuando estuvo a punto de morir por algo que no llega a recordar. Lo único certero en su existencia es que está solo en este mundo y que, durante los últimos 80 años, nadie se ha preocupado ni interesado ni por él ni por su situación.

¿Conseguirá el bueno de John recuperar totalmente el cariño de la gente? O, como mínimo ¿recuperará su maltrecha memoria? Por otra parte, ¿está Hancock tan solo como él cree en este mundo? Ya sabéis que de este espacio lo único que podemos deciros es que en la cinta tendréis todas las respuestas, aunque cuidado, no le llaméis “capullo” a Hancock, no vaya ser que pierda los nervios ;)

Argumentalmente, la verdad es que esta película es original, ya que pocas veces se ha visto un súper héroe alcohólico y denostado por la sociedad. También es interesante el enfoque que se le da a esta película, ya que los guiños cómicos y los momentos divertidos ayudan a que uno acabe con un buen sabor de boca tras pasarse un ratito viéndola.

Interpretativamente nos situamos en otra dimensión ya que, a pesar de que al frente de la película nos encontramos con dos grandes actores de Hollywood como son Will Smith y Charlize Theron, y aún y cuando ambos hacen un buen papel, debemos reconoceros que a nosotros nos ha parecido mucho mejor el trabajo de Charlize que el de Will, aunque claro, el papel de este último es bastante más complicado, con un personaje con una historia potente detrás y a la vez, con un importante componente cómico que precisa de un gran trabajo que, seguramente, no llegó a trasmitirle totalmente Will Smith.

Con todo, a los del equipo nos ha parecido una película entretenida, apta para una velada con amigos o simplemente, para pasar el rato. Nuestra nota final es de un 6,5 sobre 10.



Título original: “Hancock” – 2008 – USA
Dirigida por: Peter Berg
Duración: 92 minutos
Género: Comedia, acción