Los
más jóvenes apenas le conocerán, pero los que nacimos en los 70 y 80 del pasado
siglo (sí, en los mejores casos, los que ya criamos más que canas), le
recordamos con asombro y hasta cierto punto con admiración, os hablamos del
piloto de F1 austríaco, Niki Lauda.
Aunque
se retiró definitivamente 1985, seremos muchos los que sólo le conocemos por
los reportajes sobre los grandes pilotos y, sobre todo, por las increíbles y
dramáticas marcas de quemaduras que tenía en su deformado rostro.
Para
poner un poco de luz a su historia y especialmente darle a conocer a las nuevas
generaciones, en 2013 llegó a nuestras pantallas el biopic sobre su vida “Rush”
que hoy, os queremos comentar en este rincón.
“Rush”
nos desplaza directamente a la Inglaterra de los años 70 donde nos encontramos
a dos jóvenes pilotos de Fórmula 3, James Hunt (interpretado por Chris
Hemsworth) y Niki Lauda (a quien da vida Daniel Brühl), James y Niki son
radicalmente opuestos y muy pronto chocan creando una profunda rivalidad entre
ellos ya que, mientras Hunt es un piloto temerario, juerguista y tendente a los
excesos, Lauda destaca especialmente por sus dotes para poner a punto sus
monoplazas, estudiar los circuitos y confiar totalmente en la precisión de sus
máquinas.
Al
poco de conocerse, Lauda discute con su padre quien quiere que siga la
tradición familiar (vaya, dedicarse a la política o a los negocios) algo que el
joven no accede y después de una dura discusión, toma la determinación de,
alejado de su familia, invertir absolutamente todo su dinero en comprar una
plaza de piloto en la escudería BRM.
Paralelamente
a esto, tanto Lauda como Hunt inician sendas relaciones con chicas, el primero
con Marlene Knaus y el segundo llega a casarse con Suzy Miller (Olivia Wilde).
Un
tiempo después, y con un Hunt ansioso de competir, este consigue plaza en una
nueva escudería sin patrocinadores, la Kesketh Racing pudiendo así entrar en la
F1 durante unas cuantas carreras.
El
campeonato de 1975 se inicia con Lauda en la escudería Ferrari y Hunt sin
equipo, pues al no tener patrocinadores, Kesketh Racing abandona el circo de la
F1. En la recta final del campeonato, y gracias a la salida de Emerson
Fittipaldi de la escudería McLaren, Hunt es contratado para sustituirlo. Al
finalizar el año, Niki Lauda consigue su primer título de Campeón Mundial de la
Fórmula 1.
El
siguiente campeonato, el de 1976 se inicia con la gran rivalidad entre Lauda y
Hunt en los circuitos, repartiéndose entre los dos los primeros pódiums, hasta
llegar al Gran Premio de España donde Ferrari denuncia a McLaren y este es
desposeído de la victoria. Hunt mermado en su confianza y con problemas
sentimentales con su esposa Suzy tiene algún momento de bajón, hasta que se
recupera y gana una carrera.
El
hecho determinante del campeonato de 1976 y de la vida de Lauda llega con el
Gran Premio de Alemania en Nürburgring donde una lluvia torrencial hacía
recomendable cancelar el Gran Premio por inseguro, pero Lauda no consiguió el
soporte de sus compañeros pilotos y el premio se disputó teniendo Lauda un
terrible accidente en la tercera vuelta y acabando su coche envuelto en llamas.
Hunt (Hemsworth) y Lauda (Brühl) en Rush |
Con
terribles quemaduras en la cabeza y los pulmones llenos de humos tóxicos, Lauda
inicia una recuperación en la que muy pocos confían. Casi dos meses después y
desobedeciendo a médicos y a su esposa Marlene, Lauda vuelve a los circuitos
dejando muy buenas sensaciones, aunque finalmente, el Mundial de 1976 se dirime
en la última carrera.
Y como
acostumbramos a deciros, hasta aquí lo que os podemos contar del argumento de
“Rush”.
Técnicamente
lo primero que queremos destacar de “Rush” es su acertadísima puesta en escena,
con una fotografía que realmente nos desplaza casi 50 años atrás (a mediados de
los 70 del pasado siglo), reflejando más que fielmente tanto los coches como la
indumentaria del momento.
Otro
punto realmente bien desarrollado es la confrontación entre ambos protagonistas
ya que, a ellos solo les une un punto, la necesidad imperiosa de ganar (y hasta
cierto punto, un toque de chulería). Realmente la película explota cuando ambos
están en pantalla y quizá, flojea algo al centrarse en la historia de uno de
ellos.
Interpretativamente
hablando, tenemos de quitarlos el sobrero ante el gran trabajo que hacen los
dos actores protagonistas de “Rush”, pero muy especialmente Daniel Brühl donde
sus grandes dotes de actor y una perfecta caracterización tras el accidente consigue
hacernos ver al auténtico, cerebral y analítico Niki Lauda. Con todo, Chris
Hemsworth también realiza un gran trabajo, mucho más pasional (incluso con
algún que otro semi-desnudo mostrando cuerpo) y dado a los excesos de todo tipo
que tiene su personaje. Sin lugar a dudas, ellos dos son uno de los grandes
sustentos de “Rush”.
Por
todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Rush” es de un 8 sobre
10.
Título original: “Rush” – 2013 – Reino Unido
Dirigida por: Ron Howard
Duración: 123 minutos
Género: Drama, Biográfico, automovilismo
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