domingo, 4 de septiembre de 2011

La piel que habito

La piel que habito - Carátula
Ya estamos en septiembre, y con él llegan al cine películas más arriesgadas que las que hemos podido ver a lo largo de este verano. Así, una de las películas más esperadas es, sin lugar a dudas, “La piel que habito”, la nueva película de Almodóvar que, según podíamos leer en la prensa, suponía una vuelta de tuerca a su carrera. Nosotros adelantamos que no estamos de acuerdo ni con esta afirmación ni con muchas otras que se han realizado sobre esta película, pero vayamos por partes.

En esta ocasión, la historia empieza presentándonos a un cirujano plástico llamado Robert Ledgard (Antonio Banderas), residente en una gran mansión situada a las cercanías de Toledo que, además, está habilitada como clínica privada en la cual ejerce su profesión y en la cual, al inicio de la historia (curiosamente, situada en el año 2012) únicamente se encuentra internada Vera (Elena Anaya).

Junto a Robert se encuentra Marilia (Marisa Paredes), el ama de llaves de la mansión y encargada de los cuidados de Vera. Esta mujer cuenta con un pasado un tanto difícil, el cual descubre el espectador cuando su hijo llega a la casa de Robert. Esta visita, además, provoca que descubramos el origen de los problemas de Robert, ya que tanto su mujer como su hija murieron de forma dramática años atrás, habiendo condicionado este hecho tanto su vida cotidiana como su carrera profesional.

Llegados a este punto, Almodóvar nos traslada hasta el año 2006, año en el cual suceden todos los hechos dramáticos que hemos comentado con anterioridad y que provocan que comiencen a desarrollarse las tramas que llevan a Robert y a los que le rodean a estar en la situación en la que se encuentran en este momento. Y es que, a raíz del accidente de tráfico que tuvo su mujer, nuestro protagonista comienza a investigar sobre la reconstrucción de la piel humana, yendo desde las técnicas de reparación hasta a las de implantación, para lo cual utiliza una metodología poco ética. 

¿Os hemos picado un poco la curiosidad? ¿Sí? Eso es bueno, aunque supongo ya sabréis que no vamos a contaros demasiadas cosas más sobre el desenlace de la película, ¿verdad? No es nuestro estilo.

Lo primero que nos ha llamado poderosamente la atención una vez olvidadas las críticas profesionales, y vista la película en el cine, es que echamos en falta un guión potente y coherente, pues aunque las líneas generales dan para mucho, el desarrollo que Almodóvar y su equipo imprimen en “La piel que habito”  deja mucho que desear, desaprovechando oportunidades de hacer algo realmente espectacular y radical como nos venden por ahí.

Tampoco nos ha gustado la banda sonora, ya que no consigue lo que pretende en ningún momento, siendo repetitiva y aburrida a partes iguales. Lo lógico sería pensar que en algún momento entraríamos en tensión o nos relajaríamos gracias a la música, pero eso no es así.

En cuanto a las interpretaciones, nos gustaría, esta vez sí, romper una lanza en su favor, ya que, tanto Antonio Banderas como Elena Anaya están geniales en su trabajo, mientras que el resto de los actores (incluida Marisa Paredes) tampoco hacen mal su trabajo aunque carecen de un papel significativo. También nos gustaría resaltar que, pese a que Banderas y Anaya logran unos personajes convincentes, estos gracias al guión quedan lejos de lo que podrían llegar a ser, pues creemos son demasiado planos para lo que la historia podría ser en manos de otro director.

Esta nueva película de Almodóvar no es un drama. El problema es que tampoco es una película de terror, ni una tragicomedia, ni una comedia, ni un thriller, ni… en definitiva, su gran problema es que es una película excesivamente complicada de clasificar debido a que carece por completo de una identidad que nos permita situarla en un género cinematográfico concreto. Quizás es por este motivo por el cual se comentó que el público que visionó la cinta en Cannes rió, cuando en ningún caso esta película pretende provocar risa. Lo que sí que vimos que consiguió fue provocar el sueño de algún que otro espectador de la sala de cine en la que nos encontrábamos, ya que dos personas de la fila posterior a la nuestra se quedaron dormidas al cabo de unos minutos.

En definitiva, no os aconsejamos que vayáis al cine a verla, pues el dinero que cuesta la entrada no queda compensado con el visionado de "La piel que habito" resulta lenta, insulsa y simplista. Nuestra puntuación final es de 4/10.






 

Título original: “La piel que habito” – España – 2011
Duración: 117 min.
Dirigida por: Pedro Almodóvar
Género: ¿Thriller? ¿Drama?

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