Hay
películas, o secuencias de películas que quedan grabadas a fuego en nuestra
memoria, y lo hacen, aunque no las hayamos visto. Ahora mismo nos viene a la
cabeza la escena de Dicaprio surcando los mares en la proa del Titanic (sí, lo
reconocemos… somos nosotros los que aún no hemos visto el “Titanic” de James
Cameron), o la de tres chicas jóvenes bailando sobre la barra de un bar al
ritmo de “Can’t Fight de moonlight”.
Hoy,
en este pequeño rincón os queremos hablar, precisamente, de la película de esta
última escena que os hemos contado. Se trata de una película que está a punto de
cumplir los 21 años desde su estreno, y aún, a día de hoy, aunque continúa
siendo bastante controvertida, se la recuerda por tener una BSO que arrasó en
la primera década del presente siglo. Os estamos hablando de “El Bar Coyote”.
“El Bar Coyote” empieza presentándonos a su protagonista, Violet Sanford (a quien va
vida Piper Perabo), una joven veinteañera de New Jersey que sueña en
convertirse en compositora e intérprete de canciones. Para intentar cumplir su sueño, y
aunque tiene pánico escénico, decide dejar su pueblo natal y marcharse a la gran
ciudad, Nueva York.
Instalada
en un destartalado apartamento de Chinatown, Violet intenta en múltiples
ocasiones hacer llegar sus cintas de presentación a múltiples estudios de
grabación, aunque nadie le da una oportunidad. Una noche, en un bar musical, un
camarero presenta a Violet un productor musical, Kevin O’Donnell (Adam
Garcia), aunque muy pronto descubre que ha sido objeto de una cruel broma.
A su
vuelta a casa descubre que esta ha sido asaltada. Casi sin dinero y sin apenas
confianza, mientras se toma un café en un bar cercano, escucha una conversación entre tres chicas
que manejan grandes sumas de dinero, todo, conseguido en un bar de moda, el
“Coyote Ugly”.
Como
Violet no quiere renunciar a su sueño, busca el “Coyote Ugly” e intenta
convencer a Lil, su dueña, para que le dé una oportunidad, y la consigue,
aunque para nada, dicha prueba sale como ella esperaba, ya que despedida a las
pocas horas. Con todo, Violet se gana una segunda oportunidad al mediar en una
trifulca entre dos clientes.
Su
segunda oportunidad no va mucho mejor, ya que, en un lance, empapa en agua a un
inspector anti incendios, costándole a Lil, 250 dólares, cantidad que debe
recuperar antes de finalizar la noche. Por suerte para ella, O’Donnell aparece
esa noche por el bar para devolverle la cinta de su audición y a Violet se le
ocurre cobrarse la represalia mediante una original subasta, una noche con O’Donnell
para la mejor postora, matando así, dos pájaros de un tiro (cobrarse la revancha y recuperar los 250$ de Lil).
Después
de esto, la vida de Violet parece tomar un giro ya que, además de empezar a
salir con O’Donnell, este se compromete a ayudarla a conseguir una audición
mientras que, en el “Coyote Ugly” descubre que puede ser “una gran coyote”,
pudiendo cantar sin problemas canciones de otros sobre la barra del bar,
ganándose así, el cariño del público y de Lil.
"Las chicas Coyote" en plena acción |
Con
todo, pronto aparece un nuevo escullo, el padre de Violet. Aunque eso y el desenlace
de “El Bar Coyote”, nos lo guardaremos para nosotros.
Técnicamente,
no os vamos a engañar, “El Bar Coyote” es una película bastante normalita que,
salvo por su banda sonora, apenas despunta en nada. Su guion, sin apenas
giros ni sorpresas, nos narra la historia de superación de Violet, una chica de
pueblo que quiere ser cantante y compositora, aunque tiene miedo escénico, y
que mejor forma de superarlo que, en un pub de moda donde el desmadre está en el
orden del día, y todo sin olvidar, su primera gran historia de amor. Quizá, en
este punto, decir que, pese a la previsibilidad de la historia y su desarrollo
(sí, cuando empiezas a ver la película, sabes cómo acabará), “El bar coyote”
consigue enganchar de comienzo a fin, y lo hace, además entreteniendo, por lo
tanto, punto positivo para ella y su montaje.
Como
os hemos dicho antes, “El Bar Coyote” tiene en su lado más positivo, su gran
banda sonora que, con una acertada mezcla de temas country con temas compuestos
especialmente para esta cinta (como por ejemplo, la célebre “Can’t fight the
moonlight”), consigue acompañar y entretener durante sus 90 minutos de metraje.
Interpretativamente
hablando, muy poco a remarcar, salvo quizá el buen trabajo de Piper Perabo
dando vida a una chica de pueblo que, al poco de llegar a la gran ciudad se va
desmelenando sin perder de vista su objetivo. Sin lugar a dudas, buena elección
y buen trabajo.
Nosotros
catalogamos a “El bar coyote” como una película entretenida que, ayuda a pasar
una hora y media dinámicamente y con buena música, por lo tanto, nuestra nota
final para ella es un 6 sobre 10.
Título original: “Coyote Ugly” – USA – 2000
Dirigida por: David McNally
Duración: 94 minutos
Género: Drama, Musical
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