Para los lectores, ya sean grandes o pequeños, una de las grandes fuentes de inspiración y de transmisión de conocimiento son los libros, en cualquiera que sea su formato. Los libros nos llevan a otros mundos, nos hacen vivir las vivencias de sus protagonistas, nos forman y en muchos casos nos incitan a mejorar como personas, sobre todo, si hablamos de libros u obras orientadas a los pequeños de la casa.
Seguramente
si os preguntamos si conocéis al novelista y cuentista galés Roald Dahl, nos
contestareis que sí, que es el creador de “Charlie y la fábrica de chocolate”,
y es verdad, pero Dahl, es mucho más que eso, podríamos decir que es uno de los
pocos escritores capaz de contar historias desde el punto de vista de los
niños, con villanos adultos que odian y maltratan a los pequeños para demostrar
el poder del bien sobre el mal, y hacerlo sin ser necesaria una explicación
adulta.
Son
varias las obras de Roald Dahl que han sido llevadas al cine, una de las
últimas “Matilda”, una obra escrita en 1988 que llegó a nuestras pantallas en
1996 y que hoy, os contaremos en este pequeño rincón.
“Matilda”
empieza presentándonos al matrimonio formado por Harry y Zinnia Wormwood (Danny
DeVito y Rhea Perlman) acabando de ser padres de su segundo hijo, en esta
ocasión ha sido una niña a la que llaman Matilda, aunque ya a las primeras de
cambio vemos que, son unos padres descuidados a los que, les interesa entre
poco y nada lo que pueda pasar a su pequeña.
Casi
desde el primer día, la pequeña Matilda aprende a cuidarse ella misma, ya que
su padre está siempre ausente en su turbio negocio de venta de coches de
segunda mano y su madre, prefiere ir al bingo a lucirse que cuidar de sus
hijos. Muy pronto, Matilda se da cuenta que su inteligencia es muy superior a
la del resto de la familia.
Con
cuatro años, la pequeña Matilda le pide a su padre que le compre un libro, a lo
que es, se niega rotundamente diciéndole que leer, es una pérdida de tiempo,
que es mejor que se siente ante la tele como hacen ellos. Inconforme, el
siguiente día Matilda se dirige a la biblioteca y descubre el placer de leer y
culturizarse. Aún a sabiendas que su padre estará en contra, toma la
determinación de ir cada día.
Después
de comprobar con sus propios ojos las malas artes de su padre en el taller,
Matilda decide tomarse la justicia por su cuenta lo que provoca un encontronazo
con su padre y que ciertos poderes telequinéticos de la pequeña salgan a la
luz.
Pocos
días después, Matilda es enviada a una escuela realmente particular, dirigida
por la señora Trunchbull (Pam Ferris), una antigua lanzadora olímpica de
jabalina que odia su trabajo y se deja llevar por su fuerte carácter, la
crueldad y la perversión. Por suerte para Matilda, su profesora es la señorita
Jennifer Honey, la sobrina de Trunchbull, una joven profesora que pronto se da
cuenta del potencial de la pequeña, e intenta promoverla a un curso superior.
Como
Trunchbull no quiere creer a su sobrina Honey, obliga a esta a quedarse con
Matilda ayudando esto a que entre ambas empiece a formarse una relación que irá
más allá de la típica relación entre profesor y alumno, ya que, por un lado, la
señorita Honey conocerá lo que está viviendo Matilda en casa y la pequeña,
conocerá alguno de los turbios secretos que esconde la relación familiar de
Trunchbull con Jennifer.
Al
final Matilda tendrá que hacer uso de todo el conocimiento adquirido en los
libros que tan ávidamente ha devorado y de su poder telequinético, aunque eso,
como ya os podéis imaginar, nos guardaremos para nosotros.
Técnicamente
ya os avisamos, no entraremos en valorar la fidelidad o no de la adaptación a
la novela en la que está basada pues, no la hemos leído. Así pues, empezaremos
centrándonos en el desarrollo y montaje de “Matilda”, en este punto os diremos
que consigue hacernos sentir lo que pretendía Roald Dahl que no es otra cosa
que, todo el mundo pueda entender la trama consiguiéndolo mezclando grandes
dosis de fantasía, con el suficiente humor para hacer sonreír al espectador
dándole siempre un fondo, una contraposición entre el bien y el mal y una
moraleja a las acciones que se van sucediendo en pantalla.
En el
apartado interpretativo simplemente comentar que, dentro del entorno de
fantasía en que se mueve “Matilda”, están realmente bien, aunque nos gustaría
remarcar el trabajo de Danny DeVito dando vida al despreciable padre de
familia, el Pam Ferris dando vida a la déspota profesora Trunchbull y sobre
todo, a la pequeña Mara Wilson encarnando a Matilda y dándole tanta naturalidad
que, se funde en ella. Realmente, perfecto el trabajo del elenco de “Matilda”.
Nuestra
nota para “Matilda”, una película orientada al público infantil pero
disfrutable para todo el mundo, es de un 7 sobre 10.
Título original: “Matilda” – USA – 1996
Dirigida por: Danny DeVito
Duración: 98 minutos
Género: Comedia, Fantastico
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