Érase una
vez, hace mucho, mucho tiempo un joven ilustrador fue despedido de su trabajo
por pérdida de ingresos de la empresa donde estaba contratado. Sin apenas
despeinarse inició el emprendimiento en lo que más le gustaba, aunque la
verdad, sin demasiado éxito hasta que en 1923 se trasladó a la emergente ciudad
de Hollywood donde intentó vender una novela gráfica hecha sobre papel
semitransparente: “Alicia en el país de las maravillas”, os estamos hablando de
Walt Disney, el creador en 1923 de Disney Brothers Studio (el embrión de “The
Walt Disney Company”).
Con el
paso de los años, varias crisis en el sector, cambios de colaboradores y en
definitiva de muchas tormentas, acabaron llegando Mickey Mouse, Blancanieves,
Pinocho, Dumbo, Bambi, y un largo etcétera.
Mucho más
reciente y sin Walt Disney al frente, en 1989 Disney estrenó en pantalla grande
la adaptación de una historia del escritor danés Hans Christian Andersen titulada
“La sirenita” que consiguió un notable éxito de taquilla y de crítica
convirtiéndose pronto en uno de sus clásicos.
34 años
más tarde y sin ganas de dar el “colorín colorado” a la posibilidad de
continuar exprimiendo la caja con “La sirenita”, el gigante de Burbank ha
continuado con ella, su intención de convertir sus clásicos en películas de
acción real o live action.
Como ya
hicieron con suerte dispar con “Aladdin”, "Mulan", “Dumbo”, “Alicia en el país de las maravillas”, “El rey León” y muchas más, a mediados de 2023 y rodeada de varias
polémicas, se estrenó la versión en live action de “La sirenita” y hoy, os la
contaremos en este rincón.
“La
sirenita” empieza presentándonos a su protagonista, Ariel (a quien en esta
versión da vida Halle Bailey) una sirena, la hija menor del Rey Tritón (Javier
Bardem). Al revés que sus hermanas, Ariel está obsesionada con el mundo humano
coleccionando todos los objetos que caen en sus manos.
Un día,
tras descubrir unos fuegos artificiales en superficie ve como el barco del
príncipe Eric es hundido por un fuerte temporal dejando al joven príncipe a la
deriva. Sin pensarlo mucho, Ariel le rescata llevándole a la playa y huyendo,
enamorada, antes de que el joven príncipe pueda verla.
Como ni
la compañía, forzada por Tritón, de Sebastián (un cangrejo) parece tener éxito
ni las prohibiciones impuestas son seguidas por Ariel, Tritón intenta conseguir
el juramento de Ariel de que esta no subirá nunca más a la superficie. Todo
esto provoca que, Ariel sucumba a las promesas de su tía, la malvada bruja
Úrsula, la cual le ofrece la posibilidad de, a cambio de su voz, convertirse en
humana durante tres días, tiempo en el que tendrá que conseguir un beso de amor
de Eric.
Ariel (Halle Bailey) en el fondo del mar |
Ya en el
castillo, y tras un inicio titubeante, Ariel y Eric pasan una primera noche
juntos viendo y estudiando la colección de objetos que el príncipe ha traído de
sus viajes, y todo, sin que Ariel pueda articular palabra.
Al día
siguiente y tras un paseo por el pueblo, Sebastián (que ha seguido a Ariel por
tierra) descubre que Úrsula ha hecho trampa borrando de la memoria de Ariel la
urgencia de recibir el beso de Eric antes de la tercera noche por lo que, pone
todos sus medios para ambos jóvenes se besen haciendo reaccionar a una Úrsula
que lo observa todo.
Sin
tiempo que perder, Úrsula toma forma de la bella Vanessa quien con la voz
cautiva de Ariel rápidamente seduce a Eric haciendo que este se quiera casar de
inmediato con ella.
¿Podrá
conseguir Ariel el amor de Eric y romper el hechizo? O en cambio, ¿será la
malvada Úrsula quien gane al príncipe, el reino y destroce así tanto a Ariel
como a su padre Tritón? Como es evidente, nosotros lo sabemos, aunque, no os lo
contaremos por aquí.
Técnicamente
estamos ante “una más” de las películas que, el gigante Disney ha escogido de
entre sus clásicos para pasarla por el filtro del CGI para dar vida a sus
personajes. La verdad es que, en el equipo entendemos que deberían haber
aprendido de sus propios errores, pero, una vez más han repetido el patrón de
sus predecesoras. Un patrón que, todo sea dicho, funciona mejor en taquilla que
en el resultado final de sus productos.
Hay dos
cosas que, para nada nos han gustado, la primera de ellas es que, repitiendo
totalmente la historia original, el metraje de esta supera a la de animación en
casi 1 hora dándonos muchos momentos superfluos y varios números musicales sin
sentido. La segunda de las cosas que no nos ha gustado es la recreación del
fondo marino donde han abusado tanto del color que lo han convertido totalmente
en irreal.
Interpretativamente,
en “la sirenita” nos encontramos con una de cal y varias de arena. Por un lado,
deciros que, por nuestra parte felicitamos a la controvertida protagonista,
Halle Bailey, quien pese a no despuntar tampoco lo hace mal del todo destacando
su interpretación en lo positivo y su inexpresividad en lo negativo. Por el
otro lado, nos ha dejado muy fríos el trabajo de la villana de esta película,
Melissa McCarthy dando vida a la desdibujada Úrsula.
Con todo,
no os diremos que es live action de “La sirenita” sea malo, más bien aceptable,
aunque nos ha dejado el claro regusto a “que pena de oportunidad perdida para
hacer algo realmente grande sin estropear el clásico”.
Por
nuestra parte, nuestra nota final para “La sirenita” es de un 6 sobre 10.
Título original: “The Little Mermaid” – 2023 – USA
Duración 135 minutos
Dirigida por: Rob Marshall
Género: Fantástico, musical,
Me parece que a la humanidad está perdiendo la cabeza... Al final veremos una papa-noel, un ceniciento, etc. Los dibujos son dibujos y no hay que entrar en la inocencia de los niños que ni siquiera se plantean porque la sirenita es blanca o de color, o si Dumbo es hembra o macho. Saludos
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, el problema de estas películas en live action es que, los que hemos disfrutado de los clásicos, no les llegan ni a su sombra. En este caso, sin entrar en racializar, la Sirenita era mucho más expresiva y tenía más juego en dibujo que en carne y hueso.
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