No teníamos
nada clara nuestra intención de ver esta película, es más, el día que nos
cruzamos con el tráiler de la misma, los del equipo nos quedamos mirando
diciendo: “¿Qué es semejante cosa?”, así que, sin pensarlo demasiado, la
descartamos casi automáticamente.
Lo que son
las cosas de la vida que, unas semanas más tarde, en plena tarde lluviosa
pensamos que sería un buen momento para acercarnos al cine y romper con la
monotonía, y claro, no íbamos a meternos en un drama, así que buscamos entre la
exigua cartelera, y acabamos haciéndonos con sendas entradas para ver “Lorax.
En busca de la trúfula perdida”.
No sabíamos
apenas nada de esta película, salvo que, como rezaba su publicidad era “de los
creadores de ‘Gru. Mi villano favorito’”. Siendo así, pensamos que no sería tan
mala como para arrepentirnos de haber pagado la entrada, y tuvimos razón,
aunque mejor no nos anticipamos.
La película
nos centra en una ciudad imaginaria de “ThneedVille”, una ciudad que algunos
creerán idílica y otros demoniaca, pues es totalmente artificial, lo único que
tiene vida son sus habitantes, cuyo bien más preciado es el aire puro que
O’Hare vende embotellado.
Entre los
habitantes de “ThneedVille” está Ted, un adolescente (12 años) idealista que
está perdidamente enamorado de Audrey, una chica deseosa de conocer la
naturaleza, de poder tocar un árbol. Un día Audrey le dice a Ted que se casará
con el primer chico que le enseñe un árbol.
Emocionado,
Ted busca información en quien cree que puede darle una pista, su abuela. Ésta
le comenta que, el único que le puede ayudar es “Una vez”, y para eso deberá
buscarlo fuera de la ciudad.
Como os
podéis imaginar, Ted se las ingenia para salir de la ciudad, y adentrarse en un
mundo contaminado, medio muerto… “Una vez”, le cuenta a Ted la historia de cómo
conoció a Lorax, y si tiene paciencia, puede que le diga dónde encontrar la
última semilla de árbol.
Lorax,
curioso nombre para un curioso personaje, bajito, peludo, gruñón, y sobre todo,
entrañable. Lorax es algo así como el alma del bosque, el defensor de los
árboles y los animales del bosque, apareciéndose al causante del daño a
cualquiera de estos.
Lorax y "Una Vez" en un bosque de trúfulas |
La historia
de “Una vez” y Lorax, juntamente con los intentos de hacer resurgir la vida en
“ThneedVille” centrarán el resto de la película.
No os
queremos engañar, aunque los del equipo le encontramos un potente componente
ecológico y de reflexión sobre lo que estamos haciendo a nuestro mundo, debemos
asumir también que estamos ante una película claramente infantil, con el bueno
buenazo, el malo malísimo, acción y la abuela cebolleta.
Técnicamente,
“Lorax. En busca de la trúfula perdida” es una película mediocre, sin
portentosas escenas de animación, ni avances en este campo, es más, ni la
música pasa mero acompañamiento. Lo único méramente original viene de parte de
Lorax, o mejor dicho, de la traducción que pudimos disfrutar del personaje de
Lorax, ya que en español, dicho personaje lo traduce Danny DeVito, dándole una
graciosa entonación a sus frases.
Sin más,
los del equipo le ponemos un 6 sobre 10 porqué, aunque no es ninguna maravilla,
nos divirtió y nos hizo pensar. ¿Qué más le podíamos perdir?
Título
original: “Dr. Seuss’ The Lorax” - USA - 2012
Dirigida
por: Chris Renaud
Duración:
94 minutos
Género:
Animación
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