Aunque el género de los “biopics”
(biografías dramatizadas) de grandes personajes famosos no es uno de nuestros
favoritos, en esta ocasión no le hicimos ascos a esta cinta, ya sea por
proceder de una recomendación de la Escuela Oficial de Idiomas para practicar
un poco de inglés, ya sea por el revuelo que en 2012 obtuvo a su estreno en el
circuito comercial. Os estamos hablando de “La Dama de Hierro”.
Como bien sabréis, “La
Dama de Hierro” es el sobrenombre que se le dio a la Primera Ministra británica
entre 1979 y 1990, Margaret Thatcher, el cual se ganó a pulso por su duro
carácter y determinación.
La película empieza a mediados
de la primera década del presente siglo, cuando Thatcher (interpretada por Meryl
Streep) cuenta ya con unos 80 años y presenta síntomas claros de una cierta
demencia. Con todo, la octogenaria expresidenta continúa intentando valerse por
sí misma, desoyendo el personal que la cuida para ir a comprar leche y hacer
pequeñas cosas en casa.
Los recuerdos de su
intensa vida afloran en el momento en que decide deshacerse de la ropa de
Denis, su marido, fallecido dos años antes. Recuerdos y vivencias que se
entremezclan confundiendo realidad y el recuerdo en la mente de nuestra
protagonista.
A modo de flashback, la
acción nos sitúa casi sesenta años atrás, mostrándonos a una Margaret
veinteañera que trabaja en la tienda familiar mientras escucha los mítines
políticos de su padre, todo ello justo en el momento que obtiene el acceso a la
Universidad de Oxford.
Margaret emprende un duro
camino lucha para demostrar su valía en un mundo de hombres, tanto en la
universidad como en el todavía más cerrado Partido Conservador, llegando
finalmente a la Cámara de los Comunes en 1959, juntamente con la propuesta de
matrimonio de Denis Thatcher.
La escalada en la
política, la lucha constante por sus ideales y la importancia que su carácter adquiere
en su profesión marcarán la vida de Margaret Thatcher, así como los hitos
principales del desarrollo argumental de “La Dama de Hierro”.
Sin lugar a dudas, lo más
destacable de esta película es el magnífico trabajo interpretativo de Meryl
Streep, posiblemente la única actriz del panorama actual que es capaz de
meterse en cualquier papel y bordarlo a la perfección. En esta ocasión, su
parecido físico a la difunta primera ministra, ayudado por un muy buen trabajo
de caracterización, le ha servido como colofón para su gran interpretación. Sin
lugar a dudas, lo mejor de la película.
No obstante, y en lo que
respecta al argumento y la dirección debemos catalogar, bajo nuestro punto de
vista, a “La Dama de Hierro” como a una cinta fallida, ya que su ritmo cansino
y el constante ensalzamiento de los hechos y decisiones que marcaron la vida de
Margaret Thatcher llegan a eclipsar totalmente el retrato de la historia,
haciendo que en ciertos momentos nos quedemos únicamente con la sensación de
estar ante una anciana que ha luchado durante toda su vida, no entrando en las
consecuencias de dicha lucha en el mundo bajo ningún momento, lo que nos lleva
a preguntarnos si realmente hacía falta rodar un “biopic” de 105 minutos para
ello.
Con todo y gracias al
excepcional trabajo de Meryl Streep, teniendo además en cuenta el valor
bibliográfico de esta película, nuestra nota final asciende hasta un 7 sobre
10.
Título original: “The
Iron Lady” – Reino Unido - 2011
Duración: 105 minutos
Dirigida por: Phyllida
Lloyd
Género: Drama, Biográfico
Meryl Streep es sinónimo para mi de peliculon y si a eso le sumamos la figura de la controvertida Margaret da como resultado una pelicula muy sugerente. Genial tu reseña, estoy deseando verla. Saludos
ResponderEliminarEl ritmo lento es el motivo que me echó para atrás a la hora de verla, pero ciertamente está en mi lista de películas pendientes. Parece que no debo esperar mucho más para verla, a juzgar por tu artículo. ¡Un abrazo!
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