domingo, 17 de septiembre de 2017

No se lo digas a nadie

No se lo digas a nadie - Cartel
Cuando hace más de 120 años los hermanos Lumière desafiaron a la sociedad parisina con su revolucionario invento del cinematógrafo, poco se podría esperar nadie que evolución tras evolución, la industria del cine se haya convertido en uno de los grandes motores del mundo y de la cultura.

Dos cambios de siglo después y aunque muchos no lo crean, Francia continúa siendo una de las grandes potencias mundiales en la industria del cine, quizá no tanto en la del cine comercial (donde también han despuntado obras como “Amelie” o “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?”) pero sí en la producción de grandes historias, tanto comedias como thrillers.

Hoy os queremos hablar de “No se lo digas a nadie”, uno de estos thrillers que llevan el sello “made in France” y que cosechó varios premios Cesar allá por 2007 además de un importante éxito de crítica y de espectadores en aquellos países donde no fue marginada.

No se lo digas a nadie” empieza con un flashback que nos traslada hasta 1998 para presentarnos al doctor Alex Beck (François Cluzet) y a su esposa Margot (Marie-Joseé Croze) disfrutando de una tarde lago el día de su a aniversario. Desgraciadamente para la pareja, es también el día en que Margot es asesinada y él agredido.

Ya en 2006, ocho años después de la pérdida de Margot, Alex se dedica en cuerpo y alma a su trabajo y continúa celebrando sus aniversarios como hacía con su esposa, marcándolos en el árbol ante el que se declararon su amor. Justo cuando su familia le reclama que acepte ya la muerte de Margot, recibe un misterioso correo electrónico en el que le aportan pruebas según las cuales posiblemente su mujer no esté muerta.

Al tratarse de un caso cerrado años atrás, Alex decide ponerse a investigar en solitario la posibilidad que su mujer continúe viva. Ayudado por el padre de uno de sus pequeños clientes, Alex irá tirando del hilo involucrándose hasta el final. En su búsqueda pasará por los barrios marginales de París, volverá al lago donde estuvo por última vez con Margot e intentará remover cielo y tierra, aunque el resultado de dicha investigación, como bien os podéis imaginar, no os lo contaremos en este rincón. Lo que sí que os contaremos es nuestra particular crítica de “No se lo digas a nadie”.

Guillaume Canet, el director de la película, consigue enganchar al espectador en muy pocas escenas gracias a la ambientación, el ritmo, la intriga y la fuerza interpretativa que el casting de la cinta da a sus personajes. El thriller se desarrolla a la perfección a través de varios hilos argumentales que van entrelazándose y culminan todos correctamente al finalizar un metraje que podríamos considerar ciertamente excesivo, aunque salvo en algún momento muy puntual en el que la lentitud se hace patente, termina por no resultar excesivo.

Interpretativamente os diremos que tanto Cluzet como Croze así como el resto de secundarios están más que correctos, transmitiendo en todo momento el agobio y la lucha de sus personajes, aunque quizá, bajo nuestro punto de vista, les ha faltado algo de proximidad al espectador al resultar por momentos un tanto fríos y distantes.

Os debemos asumir que en el equipo nos encanta el cine francés, la fuerza de sus historias, la contundencia de sus personajes y ese aire a cine del bueno, no de churrera de productos hechos a merced de la taquilla o ‘made in Hollywood’. Por todo ello, y por el buen rato que pasamos viendo “No se lo digas a nadie”, los miembros de este equipo le ponemos un 7 sobre 10 y la recomendamos a todos aquellos amantes del cine policíaco y del thriller.





Título original: “Ne le dis à personne” – Francia – 2006
Dirigida por: Guillaume Canet
Duración: 125 minutos
Género: Thriller, Policíaco

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