Crecer,
un acto que, por el mero hecho de que todos lo hacemos, habitualmente lo infravaloramos
totalmente ya que, involuntariamente lo reducimos al mero hecho de incrementar
el tamaño, de pasar días, o más vulgarmente acumular arrugas. Lejos de esta
superficialidad, crecer es sumar y restar vivencias (y personas a nuestras
vidas), aprender a equivocarse, a caer y a levantarse, a vivir el presente con
un recuerdo del pasado y una ilusión para el futuro.
Plasmar
este juego de cartas en una película de cine es algo realmente complicado, y
aunque se ha intentado en varias ocasiones (“Boyhood”, “El señor de las
moscas”, etc.), no es un camino muy explotado, y la verdad, no nos extraña.
Cuando
escogimos “Los reyes del verano” / “The kings of summer”, lo hicimos sin demasiado
convencimiento, pero, pese a todo, tomamos posesión de nuestro sofá y le dimos
al play, y hoy, os lo contamos aquí.
“Los
reyes del verano” empieza presentándonos a Joe Toy (a quien da vida Nick
Robinson), un chico adolescente que vive bajo la presión de su padre, un hombre
viudo que apenas le deja respirar sin corregirle, una situación totalmente
insoportable para Joe, de la que únicamente escapa en la escuela donde nota una
conexión con alguno de sus compañeros.
Uno de
estos compañeros es Patrick (Gabriel Basso), un chico deportista de su misma
edad, quien, aunque sin llegar a extremo de Joe, también se siente totalmente
anulado por unos padres que intentan ser ‘enrollados’ pero no le dejan ser él,
y que de tan sobreprotectores y cariñosos que, literalmente, le producen
alergia al chico.
Después
de un par de situaciones de lo más desastrosas, Joe convence a Patrick de
iniciar una aventura lejos de sus respectivos padres, construyendo una cabaña
en medio del bosque y viviendo allí según sus normas y según lo que puedan
conseguir de la naturaleza.
Sin
saber muy bien porque ni como, a la pareja se les junta un tercer adolescente,
el excéntrico Biaggio (Moises Arias) quien les ayudará a construir su casa,
aportará su grado de locura al grupo y se integrará con ellos cuando, entre
todos, deciden que la casa ya cumple con unos mínimos. Ese día, los chicos se
llevan algunas de sus pertenencias, algo de dinero y algo de comida para
empezar su nueva vida.
En el
bosque, los tres jóvenes se sienten libres, se reparten las tareas (recolección
de frutas y bayas, caza, etc.), comparten juegos, se enfrentan a peligros y, en
definitiva, viven y crecen. Crecen tanto que, a las pocas semanas de su
aventura, y con sus padres buscándolos con la policía, Patrick y Joe ponen en
común lo único que les falta para la plena felicidad, la presencia de una
chica.
Joe, Patrick y Biaggio construyendo su cabaña |
Sí,
llegó el amor al grupo, y con ello, la escogida, Kelly, una chica con la que
Joe tiene buena relación. Sin pensarlo mucho, y bajo la absoluta promesa de secreto,
la llevan a la casa del bosque donde por unos días se integrará en el grupo,
aunque no como espera Joe ya que Kelly, se siente atraída por Patrick y esté le
corresponde.
Como
ya os podéis imaginar, el drama se masca y finalmente se produce ya que, en un
ataque de rabia Joe echa a Patrick sin miramientos y de rebote a Biaggio
iniciando así, su vida en solitario. Una vida mucho más complicada que, nos
permitiréis, nos guardaremos en el tintero igual como nos guardamos el
desenlace de “Los reyes del verano”.
“Los
reyes del verano” / “The kings of summer” es una película insospechadamente
bien hecha la cual, consigue retratar más que correctamente ese momento vital
que todos hemos tenido o tendremos en algún momento, el cual no es otro que, vivir
nuestra propia vida. En este sentido, nuestra enhorabuena al equipo de guion ya
que, consiguen reflejar a la perfección la compleja vida de los jóvenes
adolescentes con sus contradicciones.
En el
lado negativo de la balanza, nos encontramos en que en “Los reyes del verano”
tenemos dos partes claramente diferenciadas, la primera va desde cuando los
chicos deciden irse de casa hasta la llegada de Kelly al grupo, y la segunda,
desde la disolución del mismo hasta el final de la cinta, y estas dos partes
son diametralmente dispares ya que, mientras en la primera, la ilusión y la
fuerza marcan el ritmo, en la segunda todo se viene abajo en una resolución
rápida, previsible y plana. Tampoco nos ha gustado que todas las bromas
recayeran sobre Biaggio, haciéndonos sentir que se le estereotipaba al
diferente.
Interpretativamente,
“The kings of summer” es una película con un gran acierto en el casting, donde
brillan a partes iguales los tres protagonistas, tres adolescentes dando vida a
adolescentes (algo complicado de ver en el mundo del cine) con unos trabajos
soberbios, transmitiéndonos naturalidad, fuerza, y todo el abanico de emociones
que acarrea la adolescencia. Simplemente genial.
Por
todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “The kings of summer” es de un 6 sobre 10.
Título original: “The kings of summer” – USA – 2013
Dirigida por: Jordan Vogt-Roberts
Duración: 93 minutos
Género: drama, adolescencia
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