Si os hablamos de que un
niño encuentra un juego misterioso y que, como es obvio se lanza a iniciar una
partida que se convierte, inexplicablemente en un peligroso juego donde la
supervivencia de sus participantes está en el orden del día, seguramente la mayoría
de vosotros pensará en el clásico de 1995 protagonizado por el malogrado Robin
Williams (o los más jóvenes en su secuela protagonizada por Dwayne Johnson),
“Jumanji”.
Sin lugar a duda estáis en
lo cierto, pero si os decimos que el juego no se lleva a cabo en la jungla y
con animales, sino en el espacio con astronautas, alienígenas sanguinarios y
múltiples peligros más, seguramente andaréis más perdidos ya que, en su momento
la película que os comentaremos hoy no tuvo mucha aceptación por parte del
público.
Veinte años después de que
Chris Van Allsburg lanzara el libro “Jumanji”, en 2002 él mismo lanzó lo que
sería un spin-off del mismo, un nuevo libro de aventuras que, partiendo de la
misma idea, llevaría a sus protagonistas a un peligroso viaje espacial, y se
tituló “Zathura”, el cual, fue llevado al cine poco tiempo después y hoy, os
comentaremos en este rincón.
“Zathura” empieza
presentándonos a dos hermanos, Danny (interpretado por Jonah Bobo) de 6 años y
Walter (a quien da vida Josh Hutcherson) de 10, entre ambos, tienen una
relación de lo más típica, Walter se cree mayor y su hermano es demasiado
pequeño para él, y a la vez, está celoso porque tiene que compartir el escaso
tiempo que tienen con su padre con él.
Un día, después de varias
riñas, su padre tiene que dejarlos en casa para ir a la oficina quedando ambos
a cargo de su hermana mayor, una chica que, como adolescente está recuperándose
de la última fiesta y preparándose, durmiendo para la siguiente. Durante la
ausencia de su padre, los hermanos continúan discutiendo hasta el momento que
Walter encierra a Danny en el sótano, donde descubre un viejo juego metálico de
temática espacial llamado “Zathura”.
Como Walter no quiere
jugar, Danny empieza la partida él solo provocando, en el salón, una
sorprendente lluvia de meteoritos en el salón de casa. Una vez visto, Danny y
Walter descubre dos cosas, la primera que una vez iniciado el juego deberán
continuarlo hasta llegar al final y la segunda, que su caja está volando por el
espacio.
Cada tirada, que tiene que
hacer cada uno, una nueva carta sale de la máquina, y un nuevo problema tienen
que ir solucionando los hermanos. En uno de ellos, su hermana es criogenizada,
en otro, un robot se vuelve loco y les ataca por toda la casa, en otra, la casa
se dirige hacia un planeta pintando un futuro más que negro.
Preso del miedo, en una de
las tiradas el pequeño Danny, rescatan de la deriva un solitario astronauta y
poco después son asediados por una nave de sanguinarios Zorgons (una especie
alienígena parecida a los lagartos), por suerte para los pequeños, el
astronauta rescatado les ayudará desde ese momento en adelante.
Walter y Danny, los pequeños protagonistas de "Zathura" |
Parte de la ayuda que les
da el astronauta va orientada en que los pequeños colaboren para superar las
pruebas y la vez refuercen la relación que les une, aunque claro, lo hace con
un objetivo claro, aunque no os lo contaremos aquí, como tampoco os contaremos
el desenlace.
Técnicamente vemos a
“Zathura” como a ese globo que compramos en la feria llenos de ilusión y que,
sin haber salido del recinto ferial vemos que no sube tanto como cuando estaba
con el vendedor y minutos después, y sin llegar al coche (o a la bici) ya ni
tan siquiera flota. La verdad es que “Zathura” empieza fantásticamente bien,
presentándonos a los protagonistas y definiéndolos en muy pocas frases, y en
contadas secuencias tenemos ya definida su personalidad.
Al poco de empezar, y
pasado el efecto sorpresa de tener una casa volando por el espacio cual nave
espacial, “Zathura” entra en una dinámica de previsibilidad y de falta de
sorpresas que se mantendrá, como un mantra hasta el final de esta,
ofreciéndonos una prueba tras otra sin la más mínima originalidad o emoción.
Aunque estéticamente se le puede parecer, está muy lejos de aquellas películas
de los 80’s llenas de magia y encanto.
Interpretativamente
hablando en “Zathura” nos encontramos ante dos trabajos notables, los de los
pequeños Josh Hutcherson y Jonah Bobo, dos chavales que dan credibilidad a sus
personajes manteniendo entre ellos la única magia de la cinta. En cuanto a los
secundarios, poco hay que decir, salvo que nos parece excesivo, por corto su
papel, la presencia fugaz del bueno de Tim Robbins haciendo del padre de los
hermanos.
Por todo lo que hemos
contado, nuestra valoración para esta “Zathura” familiar y realmente floja es
de un aprobado justo, un 5 sobre 10.
Título original: “Zathura” – 2005 – USA
Dirigida por: John Favreu
Duración: 101 minutos
Género: Ciencia ficción, aventuras.
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