Muchas veces, cuando oímos una noticia del otro lado del mundo, pensamos que “eso a nosotros no nos afecta”. La verdad es que, en un mundo tan globalizado como el que vivimos, las distancia son tan cortas que podríamos decir que vivimos en un pañuelo y por lo tanto, sí nos afectan todas las cosas.
Dice un proverbio chico que “El leve aleteo de una mariposa puede sentirse al otro lado del mundo”, este proverbio, forma parte de lo que se conoce como “la teoría del Caos” y nos viene a decir que si en un sistema se le provoca una pequeña perturbación, con el paso del tiempo acabará generando un efecto considerablemente grande.
A medidos del pasado siglo XX, el novelista Ray Bradbury creó un relato, dentro del género de la ciencia ficción, en el que, durante un viaje al pasado, la muerte de una mariposa provocaba grandes cambios en su presente lo que acaba llevándonos a lo que conocemos como “paradojas del tiempo”.
Explorando este mundo, en 2004 se estrenó en el Festival de Cine de Sundance la cinta de ciencia ficción con toques de drama “El efecto mariposa”.
“El efecto mariposa” empieza desplazándonos unos 13 años atrás para presentarnos al preadolescente Evan Treborn, un chico que sufre de extrañas y repentinas perdidas de memoria, siempre cuando está sometido a momentos de tensión y/o traumáticos.
Evan está
casi siempre con tres amigos, Kayleigh, una chica por la que siente una
atracción especial, Tommy el violento hermano de Kayleigh y Lenny, un chico
inseguro, callado y frágil.
Aunque
parezca mentira, Evan, durante su infancia tiene que enfrentarse a los siguientes hechos traumáticos: un intento
de estrangulamiento por parte de su padre (un enfermo mental encerrado en un
psiquiátrico), un abuso sexual, cuando el padre de Kayleigh le obliga a tener
relaciones sexuales con la pequeña, el asesinato de una madre y su bebé cuando
los cuatro jugaban con dinamita y finalmente a presenciar la muerte de su
perro, quemado vivo por Tommy.
En cada
una de esta ocasiones, Evan sufre de un apagón de memoria preocupando tanto a
su familia como a los médicos que lo tratan. Por recomendación de su médico
Evan empieza a escribir un diario para documentar su vida y sus apagones.
Tras
todos los eventos traumáticos que sufre Evan, él y su madre deciden mudarse a
otra ciudad no sin antes prometerle a Kayleigh que volverá a por ella.
Años más
tarde, con Evan (ahora ya interpretado por Ashton Kutcher) ya en la Universidad y con un prometedor futuro como médico, su
pasado y promesa parece haber quedado en el olvido pese a que, lleva varios
años sin ningún apagón.
Evan leyendo los diarios para volver al pasado
Un día,
con una cita en la habitación, descubre que, cuando lee su diario puede viajar
en el tiempo, justo hasta el momento del accidente lo que provoca que pueda
vivirlo de nuevo, rehaciendo así su pasado. Como consecuencia, cuando vuelve al
presente, debe someterse a un gran sufrimiento ya que, en pocos minutos toda su
memoria se debe reescribir con la nueva realidad.
En uno de
estos cambios descubre que Kayleigh se suicida, provocando que Evan vuelva al
pasado para intentar que su padre no abuse de ella, y este preste más atención
al violento de Tommy. A su regreso, en el nuevo presente él y Kayleigh son
novios y Tommy está tan desquiciado que está en internamiento. Con todo, un día
escapa y ataca a Evan provocando que este le mate en un ataque de ira.
Mientras
está internado, vuelve al pasado, justo en el momento que Tommy quiere quemar
vivo al perro de Evan, pero acaba provocando que Lenny mate a Tommy. En el
nuevo presente, Lenny está internado en un psiquiátrico y Kayleigh es una
prostituta drogadicta.
Un nuevo
viaje al pasado, y un nuevo presente o incluso dos, le esperan a Evan, pero
eso, nos lo guardaremos celosamente.
Técnicamente
os diremos que “El efecto mariposa” nos ha sorprendido muy gratamente ya que,
se aleja de una película de ciencia ficción para acercarse al thriller
psicológico, lo cual consigue en base a una premisa original, los viajes al
pasado no se realizan físicamente, solo a nivel de conciencia, pero pese a esos
cambia el presente o mejor dicho, abre una nueva línea de realidad temporal.
El
argumento de “El efecto mariposa” sigue un esquema totalmente clásico, con tres
partes claramente diferenciadas, el planteamiento (con la presentación de los
traumas infantiles), el desarrollo (con el descubrimiento de los saltos en el
tiempo y sus consecuencias) y el clímax (cómo y qué decide Evan para el
desenlace de la historia).
Con todo,
la narración no lineal y los constantes saltos en el tiempo mostrándonos
realidades alternativas con muy pequeños cambios en el pasado, convierte “El
efecto mariposa” con una película que, casi podemos considerar como un clásico.
Interpretativamente
os diremos que “El efecto mariposa” no cuenta con grandes interpretaciones,
aunque a nosotros nos ha parecido muy significativa la de Ashton Kutcher, un
actor que en esta película tenía su primer gran papel dramático y lo hace con
una acertada mezcla en su personaje de desconcierto, contención emocional,
angustia, dolor … Muy buena. Sobre el resto de los trabajos, muy poco a decir,
ya que son meros secundarios sin demasiada definición.
Podemos
entender “El efecto mariposa” como una parábola sobre el deseo del ser humano
de controlar el tiempo y de dominar el destino. Pero al final, nos enseña muy
gráficamente que cada cambio tiene un precio, y que aceptar nuestras
limitaciones es la única forma de paz.
Por todo
lo que os hemos contado, nuestra nota final para “El efecto mariposa” es de un 7.5
sobre 10.
Título original: “The butterfly effect” – USA – 2004
Duración:
113 minutos
Dirección:
Eric Bress
Género:
Drama, thriller, psicológico
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