En el
mundo del cine tenemos varios ejemplos de películas basadas en la vida de
personas superdotadas, con mentes brillantes o grandes matemáticos con pizarras
llenas de fórmulas incomprensibles para una gran mayoría de los mortales. Por
eso, si habéis llegado a esta crítica buscando una de estas películas, os
diremos que, en esta película encontraréis algo más.
“Un don
excepcional” nos presenta con delicadeza y a la vez, con cierta fuerza una
historia en la que las matemáticas se convierten en puente y a la vez, frontera
entre una niña y su tío en su tarea de recomponer o crearse su propio mundo.
Estrenada
en 2017 con cierto éxito “Un don excepcional” nos permite adentrarnos en la
duda sobre lo que a veces puede ser un talento, un don o una trampa.
“Un don
excepcional” empieza presentándonos a la pequeña Mary Adler (interpretada por
Mckenna Grace), de siete años. Mary vive con Frank (a quien da vida Chris
Evans), su tío, en un pequeño pueblo de Tampa y debe enfrentarse a su primer
año en la escuela de la primaria.
En su
primer día de clase, Mary impresiona a Bonnie, su maestra, por su asombroso
talento para las matemáticas. Sin tiempo que perder, desde la escuela le
ofrecen a Mary una beca en un centro para niños prodigio pero Frank no la
acepta ya que, su máximo interés es que Mary tenga una infancia lo más normal
posible.
Bonnie,
en su afán de ayudar a la pequeña descubre que es hija de Diane Adler, una prometedora matemática que dedicó su vida a resolver grandes
problemas matemáticos hasta que, se quitó la vida cuando Mary contaba con
apenas 6 meses.
Tras
esto, la dirección del colegio se pone en contacto con la abuela materna de la
pequeña, Evelyn, quien se presenta con la clara intención de obtener la
custodia de la pequeña para que esta pueda dedicar su vida a las matemáticas,
lo cual le lleva a confrontarse con Frank.
Frank y Mary en "Un don excepcional"
Al final,
Evelyn y Frank llegan a un pacto por el cual, la pequeña irá a Boston para
hacer una prueba de sus habilidades matemáticas en la universidad. Tras esto, y
para evitar que el juez le quite la custodia a Frank, este acepta que Mary esté
en un hogar adoptivo mientras estudia en la escuela que le ha buscado Evelyn.
Aunque,
con todo, a veces dos y dos no son cuatro, y los finales sorprenden un poco,
incluso para niñas de apenas 7 años. Nosotros, sin lugar a duda os recomendamos
ver “Un don excepcional” hasta el final.
Técnicamente
os diremos que “Un don excepcional” parece calculada hasta el más mínimo
detalle, con planos pensados y diseñados para arrancarte una lágrima (o dos).
Su puesta es escena es más que correcta, incluso diríamos que excesivamente
académica dejando que todo marche en orden, sin riesgos.
En cuanto
a su montaje, os diremos que, igualmente parece totalmente calculado, con
cierta rapidez para mostrarnos la brillantez de Mary, y con lentitud cuando se
buscar provocar alguna lágrima. Sin lugar a duda, peca de mecánico y
repetitivo.
Desde el
punto de visto interpretativo, nos quedamos con el trabajo de la pequeña
Mckenna Grace, quien se adueña totalmente de la película con su naturalidad y
su capacidad para mostrarse adorable pese a su situación. Su partenaire, Chris
Evans, tampoco desentona mostrándonos su lado más vulnerable. En cuanto a los
secundarios poco os diremos, más que nada porque Octavia Spencer parece que
hace más un cameo que un papel.
A nivel
general os diremos que, “Un don excepcional” usa toda la baraja de cartas para
conseguir un grama lacrimógeno, una abuela mala, una niña prodigio, un tutor torpón,
etc., y todas ellas bien colocadas y engranadas. Y porqué no decirlo, hasta
llegan a funcionar.
Por todo
lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Un don excepcional” es de un
6 sobre 10.
Título
original: “Gifted” – 2017 – USA
Dirigida
por: Marc Webb
Duración:
101 minutos
Género: Drama
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