Como si se tratara de un
auténtico ritual, al acercarse el verano las carteleras de nuestros cines se
van poblando de secuelas (“Cars 3”, “La guerra del planeta de los simios”, “Gru 3”, etc.), remakes, aventuras veraniegas y adaptaciones de series al cine. En
estos últimos grupos podríamos incluir la película que os vamos a contar hoy,
“Baywatch: Los vigilantes de la playa”.
Sí, a la mayoría de los
que leerán esta crítica, al ver el título “Los vigilantes de la playa” escrito habrán
visto como por su mente aparecían imágenes de la ochentera serie de televisión
con el mismo título, así como las carreras por la playa a cámara lenta de David
Hasselhoff y Pamela Anderson (quienes, por cierto, tienen un pequeño cameo en
esta cinta).
Pues sí, como quien no
quiere la cosa y para aprovechar la fama de dicha serie, este 2017 ha llegado a
nuestras pantallas “Baywatch: Los vigilantes de la playa”, con un muy cambiado
Mitch Buchannon haciendo de socorrista en las playas de Santa Mónica.
La historia se sitúa a
comienzos de la temporada de verano de 2017 con Mitch Buchannon y su equipo de
socorristas preparando las pruebas de selección para la entrada de nuevos
compañeros, escogiendo para ello a los tres mejores de entre los más de 500
candidatos inscritos.
Durante las pruebas, la
surfista Summer Quinn (Alexandra Daddario), el nerd gordito Ronnie (Jon Bass) y
el ex nadador olímpico y chulo profesional, Matt Brodie (Zack Efron) acaban
siendo quienes destacan sobre el resto. Tres personalidades totalmente opuestas
que deberán encajar con la del socorrista más querido por la comunidad,
Buchannon.
Al poco de empezar las
pruebas, Mitch descubre en la playa una bolsa de droga cerca del pub de moda de
la empresaria Victoria Leeds, lo que evidentemente comunica a su supervisor,
quien le recuerda que su deber es salvar vidas y no hacer de policía.
Pocos días después,
durante el incendio en un yate llega el primer choque entre Mitch y Brodie, quien
pone en peligro el rescate gracias a su incapacidad para seguir reglas y
órdenes. Al regresar a la playa, Mitch descubre a la vez que este incendio
puede no ser un accidente sino estar relacionado con la droga que días antes
había encontrado.
A partir de este momento,
Mitch y su equipo, enfrentándose a las órdenes directas del capitán Thorpe y
del consejero, se podrán a investigar las actividades que se llevan a cabo en
el club propiedad de Victoria Leeds lo cual, evidentemente, no le gustará nada
a su propietaria.
Acción, persecuciones,
drogas y playa es el póker con el que “Baywatch: Los vigilantes de la playa”
llena sus más de 120 minutos de metraje, aunque como ya os podéis imaginar,
hasta aquí os podemos contar de su desarrollo argumental.
Lo más destacable de “Baywatch:
Los vigilantes de la playa”, además de las fantásticas vistas de las playas de
Santa Mónica es, sin ningún género de duda, el excelente casting de actores, ya
que tanto Dwayne Johnson como Zac Efron, así como una más desconocida Alexandra
Daddario nos transmiten mucho más de lo que sus espectaculares cuerpos podrían
hacernos pensar a primera vista. No obstante, y sin lugar a dudas, el auténtico
descubrimiento en esta cinta ha sido John Bass con su divertido trabajo dando
vida al nerd Roonie.
No os vamos a engañar, “Baywatch:
Los vigilantes de la playa” no es una gran película, ni pasará a los anales de
la historia del cine como a una de las más taquilleras, pero para nosotros,
gracias a su ritmo, su buena secuencia de gags y sus interpretaciones, esta
película cumple de sobras como cinta de entrenamiento veraniego, y si aún
estáis a tiempo, os la recomendamos.
Nuestra nota final es de
un 6 sobre 10.
Título original: “Baywatch”
– 2017 – USA
Dirigida por: Seth Gordon
Duración: 116 minutos.
Género: Acción, comedia
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