El
nacimiento, expansión, apogeo y posterior caída del Imperio Romano ha sido una
fuente inagotable de historias, tramas para varias líneas
argumentales en la industria del cine (ahí tenemos a los clásicos: “Quo
Vadis”, “Ben-Hur”, “Espartaco”, etc. o las más modernas: “Gladiator”,
“Spartacus”, etc. ).
La
mayoría de estas historias han llegado a nuestras pantallas y han triunfado, ya sea por
la espectacularidad de sus imágenes o por el morbo imperante en la antigua roma
donde el sexo, la sangre y las bacanales estaban al orden del día. Y, además, la mayoría
de ellas, han levantado ampollas entre los círculos de historiadores de la
época y los críticos más contrarios a estas producciones por sus invenciones,
mentiras y licencias cinematográficas.
En
esta estrada nos centraremos en una de estas películas, la segunda parte de
la aclamada y criticada cinta dirigida por Ridley Scott, "Gladiator” porque sí, 24 años después de su estreno, y bajo la
dirección del mismo Ridley Scott, a finales de 2024 se ha estrenado su
secuela, “Gladiator 2”.
“Gladiator
2” nos desplaza a casi 20 años después de los hechos acontecidos en la película
original, y lo hace concretamente desplazándonos a un reino bereber del norte de África, Numidia.
En
Numidia nos encontramos con Hanno (interpretado por Paul Mescal), la mano derecha
del líder la región. Ambos se preparan para entrar en guerra con las tropas de
Roma. Durante el enfrentamiento, Numidia cae y con ella, por orden del general
Acacius (a quien da vida Pedro Pascal), muere la esposa de Hanno. Numidia cae y
Hanno y el resto de los hombres que han sobrevivido, son convertidos en
esclavos y llevados a Roma.
A puertas
de Roma, Hanno es comprado por Macrinus (interpretado por Denzel Washington) un
mercader de esclavos que, con extrema crueldad escoge los mejores para convertirlos
en gladiadores a cambio de una vaga promesa de libertad.
Después
de las primeras peleas Macrinus ve que la ira controla a Hanno y lo convierte en
una máquina de matar y todo por su ambición de vengar a su esposa en un
enfrentamiento contra el general Acacius.
Tras
algunos combates, la fama de Hanno va subiendo y con ello su cotización, tanto
que, pronto es retado a un duelo en palacio ante los emperadores Geta (Joseph
Quinn) y Caracalla (Fred Hechinger), dos auténticos desequilibrados que llevan
a Roma camino de la depravación y destrucción.
Los emperadores Geta y Caracalla con el general Acacius |
Mientras,
no muy lejos de palacio, varios miembros del antiguo senado se reúnen con el
general Acacius y la esposa de este, Lucilla para intentar tramar un plan para
derrocar a los emperadores y devolver el poder al senado.
En una de
sus primera luchas en el Coliseo, Lucilla descubre que el joven gladiador Hanno
no es otro que su hijo Lucius, a quien no ve desde hace 16 años, cuando tras la
muerte de Maximus fue enviado lejos de Roma para salvarlo de una muerte segura
en Roma.
Al final
Lucilla y el general Acacius son denunciados ante los emperadores y estos, por
influencia de Macrinus, condenan al general a una lucha a muerte en el Coliseo
contra su gladiador de moda, Hanno/Lucius. El resultado de esta lucha acaba
provocando el desenlace de la historia.
Por un
lado, y aprovechando de la debilidad mental de Carcalla, Macrinus le provoca para
que mate a su hermano Geta, obteniendo así para él el poder sobre los ejércitos y
sobre el propio emperador quien tras un ajuste de cuentas final a Lucilla,
acaba siendo asesinado, aunque eso y el desenlace de “Gladiator II”, nos lo
guardaremos celosamente.
Acacius y Lucius luchando en el Coliseo |
Técnicamente
esta “Gladiator II” podríamos decir que es una gran película. Ridley Scott ha
puesto toda la maquinaria y todo el poder de su presupuesto para crear una
película técnicamente gigante con un relato lleno de grandilocuencia y repleto
de acción que dejan al espectador pegado a la pantalla durante casi dos horas y
media.
Argumentalmente
es donde “Gladiator II” tiene uno de sus talones de Aquiles ya que, aunque se
ha conseguido una historia llena de tramas donde los sentimientos de sus
personajes están por encima de la época y del trasfondo, la línea argumental
carece de sorpresas reseñables por lo que a veces, es demasiado previsible.
Por otro
lado “Gladiator II” ha recibido muchos palos, y merecidamente, por tergiversar
o manipular a su antojo la historia real de Roma, de los personajes y la línea
de tiempo en la que estos vivieron. Entendemos que todo, para dar
grandilocuencia y espectacularidad pero a veces chirria (la escena de los monos
luchando es abominable y, la de los tiburones en el Coliseo, una auténtica
fantasmada).
Sí que
nos gustaría remarcar la buena ambientación y sobre todo, la adictiva música de
Hans Zimmer que acompaña totalmente la acción colaborando en sumergir al
espectador en ella.
Interpretativamente
os diremos que, nos quitamos el sombrero ante el gran trabajo realizado por
Denzel Washington dando vida al corrupto tratante de esclavos Macrinus. También
nos ha gustado el trabajo, quizá demasiado corto, de Pedro Pascal interpretando
al leal general Acacius. El resto, aunque no hacen malos trabajos, tampoco
destacan especialmente.
Para nosotros,
“Gladiator 2” es una gran segunda parte, al nivel, técnicamente de la primera, todo
un espectáculo a ver en una pantalla grande y en una sala de cine. Puro entretenimiento
bien hecho.
Por todo
lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Gladiator 2” es de un 8 sobre
10.
Título original: “Gladiator II” – USA – 2024
Duración: 148 minutos
Dirigida por: Ridley Scott
Género: Acción, Aventuras, Secuela