¿Una película vista en agosto, y criticada en noviembre? Pues sí, que le vamos a hacer, por una cosa o por otra, “Enemigos públicos” se ha ido quedando siempre en el cajón, así que para quitar un poco ese sentimiento de vergüenza por dejar pasar tanto tiempo, los del equipo vamos a desempolvar esa frase que los señores de Spanair acostumbran a decir con tanta regularidad (por lo menos en todos los vuelos que cogemos): “Pedimos disculpas por este pequeño retraso debido a causas ajenas a nuestro equipo”. Así que sin más, vamos con la crítica.
Os debemos decir que nunca hubo un entendimiento claro entre los miembros del equipo en cuanto a ver esta película, un J queriéndola ver por Johnny Deep, el otro J, con un “ni fu ni fa” tamaño King Size, y N, pues creo que se estaba relamiendo en plena discusión. Total, que al final, nos hicimos con un par de entrada y fuimos al cine.
“Enemigos públicos” nos narra la historia de John Dillinger (al que da vida Johnny Depp), uno de los más grandes atracadores de bancos de los años 30 (del pasado siglo), en los estados unidos.
En verdad os decimos que, la película aporta más bien poco, tanto si hablamos de cine como de la propia historia, ya que uno sale de la sala con la sensación de haber visto “una película más de gangsters” donde un policía del FBI, en este caso Melvin Purvis (en piel de Christian Bale), persigue sin tregua y con todas las argucias posibles al ladrón (con tintes de Robin Hood moderno).
No os vamos a destripar mucho más la película, más que nada porque tampoco tenemos mucho que añadir, quizá solo destacar la mejor secuencia de acción de las más de 2 horas de película, una persecución nocturna por el bosque entre los miembros del equipo de Dillinger y los de Melvin, con muchos disparos, persecuciones en coches de época, y porqué no, un poco de tensión.
De entre lo mejor, quizá destacar la interpretación de los dos protagonistas principales, Christian Bale, correctísimo, y Johnny Depp, correcto en un papel muy alejado de los que últimamente está llevando a cabo, aunque uno, cuando le ve, no puede dejar de acordarse de Jack Sparrow, o Willy Wonka en “Charlie y la fábrica de chocolate” (¿no estaremos empezando a encasillarlo?).
¿Lo peor de la película? Pues los del equipo lo tenemos claro, es tan sosa tan sosa, que no llega a enganchar en ningún momento, ni te identificas con Dillinger, ni con Purvis, y la verdad, ni te importa demasiado que le pase, lo cual sin duda, para nosotros es algo malo, malo... malo.
La valoración que le adjudicamos es como la propia película, neutra, sin más: un 5.
Título original: “Public enemies” – 2009 – USA
Dirigida por: Michael Mann
Género: Policíaca
Duración: 140 minutos
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