Cuando los del equipo
vemos que nos quieren vender una película usando la coletilla de: “de los
creadores de...” enseguida nos ponemos las manos a la cabeza y temblamos. En
esta ocasión, pese a vendérnosla como “un comedia del director de ‘El diablo viste de Prada’”, no se nos disparó ninguna alarma, y menos cuando vimos que la
película en cuestión está protagonizada, como la otra, por la gran Meryl
Streep.
La verdad es que no
dudamos ni un momento, y el mismo viernes de su estreno nos presentamos en las
taquillas del cine para ver “Si de verdad quieres...”.
La película nos cuenta
la historia de un matrimonio maduro, el de Kay (Meryl Streep) y su marido
Arnold (Tommy Lee Jones). Nuestra feliz pareja lleva más de 30 años casados y
todo parece ir genial entre ellos, como mínimo de cara al resto de gente. De
puertas para dentro la monotonía ha hecho mella entre nuestros protagonistas.
Desde hace tiempo Arnold
y Kay duermen en habitaciones separadas, mientras ella cocina, él lee el
periódico y difícilmente se cruzan más palabras. Kay lo pasa mal, y más
teniendo en cuenta la próxima jubilación de su marido, necesita algo más de
cariño, necesita como mínimo parte de la chispa que tenían cuando 31 años atrás
decidieron pasar por el altar.
Kay lo intenta, intenta acercarse
en actitud cariñosa a su marido, intenta entablar conversaciones, pero siempre
se encuentra con la cara de cascarrabias de Arnold, nada dispuesto a cambiar su
rutinaria vida de dormir, desayunar, ir al trabajo y leer su revista de golf.
Ante la poca
receptividad de Arnold, Kay intenta una opción desesperada, plantearle a su
marido la alternativa de realizar una terapia con el doctor Bernard Feld (Steve
Carell) un prestigioso sexólogo, en la pequeña población de Hope Springs.
Arnold no tiene alternativa,
si no quiere ir a la terapia se puede quedar, pero Kay va a ir, porqué para
ella ésta es la última opción de salvar su matrimonio. A regañadientes, y en
última instancia, nuestro protagonista toma el avión hacia Hope Springs.
Una vez en la consulta,
la situación no cambia demasiado, con nuestra protagonista entregada a la
terapia y Arnold, enrocado tras su cara de perro. Pero bueno, para eso sirven las
terapias ¿no? Para solucionar problemas. ¿Lo conseguirán Arnold y Kay? Pues ya
sentimos deciros que en esta crítica no lo sabréis.
Lo que sí encontraréis
es nuestra valoración, y a ella vamos.
Empezaremos por el gran
trabajo de sus dos actores principales, Meryl Streep y Tommy Lee Jones. Los dos
históricos de Hollywood bordan sus papeles, ella da vida a una mujer madura,
Kay, atormentada por la frialdad con que, desde el cariño le trata su marido, y
él, interpreta a Arnold, el huraño marido, un hombre maduro, desanimado de la
vida y de la rutina que sólo encuentra cierta liberación leyendo su revista de
golf. Sin lugar a dudas, la interpretación de estos dos gigantes es la que
salva de una profunda mediocridad esta “Si de verdad quieres...”
La cara de Arnold habla por si sola... |
En cuanto a la historia,
nos sorprendió un poco negativamente por lo plana que es: sin apenas giros,
demasiado predecible en casi todas las secuencias, lineal y, lo que es peor,
demasiado lenta en algunos momentos.
Tampoco nos gustó que,
la película está enfocada comercialmente como si se tratara de una comedia con
tintes dramáticos cuando en realidad es un drama con ciertos tintes cómicos
(alguno muy bien resuelto, eso sí).
Con todo, no vamos a
suspenderla, sobre todo porque sería injusto por el genial trabajo de sus dos protagonistas
principales, eso sí, no podemos pasar de un 5.5 sobre 10.
Título original: “Hope
Springs” – USA – 2012
Duración: 100 minutos
Dirigida por: David
Frankel
Género: Comedia Dramática
Excelente análisis. Comparto
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