Todos,
como seres humanos, tenemos nuestros propios miedos, algunos a la oscuridad,
otros a determinados bichos, etc. Con todo, estamos seguros de que uno de los miedos más recurrentes tiene que ver con la salud o incluso con la muerte y, sobre
todo, en como esta llegará a nuestras vidas. Muchos temen sufrir una enfermedad
tan cruel y dura como el cáncer, una enfermedad que, pese a los avances en su
tratamiento, augura una lucha sin cuartel contra ella.
Con el
paso de los años, otro grupo de enfermedades aparecen en nuestras vidas, son un
grupo de enfermedades quizá, más crueles si cabe, que el cáncer, os hablamos de
las demencias (un grupo de enfermedades que afectan sobre todo a la memoria, el
pensamiento y a la capacidad para realizar acciones o actividades cotidianas).
Podríamos decir que son enfermedades silenciosas ya que no producen deterioros
físicos evidentes ni acortan la vida tan rápidamente como un cáncer, pero por
el contrario, causan, poco a poco, la perdida de los recuerdos y la capacidad
de obrar, para finalmente, causar el olvido de uno mismo.
En el
mundo del cine, las demencias han tenido muy poco protagonismo, entendemos que,
sobre todo, por la tremenda dificultad que lleva reflejarlas fielmente. Con
todo, algún personaje si podemos encontrar que sufre de Alzheimer, como por
ejemplo en el famoso drama romántico “El diario de Noa”.
En 2020,
el guionista y director francés Florian Zeller llevó a la gran pantalla la
adaptación de su propia obra teatral “Le Père” cosechando un gran éxito de
crítica y triunfando en grandes certámenes como el Festival de Cine de Sundance
y los propios premios Óscar de ese año.
“El
padre” empieza presentándonos a Anthony (interpretado por un brillante Sir
Anthony Hopkins) un hombre a punto de cumplir 83 años que vive solo en su
apartamento de Londres.
Anthony
es un hombre orgulloso y con un peculiar sentido del humor quien recibe las
atenciones, casi diarias, de su hija Anne (interpretada por una gran Olivia
Colman).
Anne cada
día está más preocupada por los constantes problemas de memoria de su padre.
Para solucionarlo, intenta ponerle enfermeras particulares para que le cuiden y
estén pendientes de él pero, no encuentra ninguna que cumpla con los mínimos exigidos
por Anthony.
Un día, Anne
le comenta a Anthony que debe tratar bien a la siguiente enfermera que le lleve
a casa ya que, ella no le podrá cuidar diariamente porque pronto abandonará Londres para irse a
vivir con su nuevo novio en París, lo cual sienta fatal a Anthony ya que cree
que lo quiere hacer es abandonarle.
Anne escuchando lo que dice Anthony a su enfermera |
Poco
después aparece en su apartamento un extraño que Anthony reconoce como el
marido de Anne con quien lleva 10 años casado. Ahí Anthony se da cuenta que
algo no anda bien, ya que, recuerda el comentario de Anne sobre su marca a París.
Cuando intenta echarle del apartamento, Anthony descubre que el hombre no se
irá, pues él no está viviendo en su apartamento, vive en la casa de Anne, lo
cual aún le confunde aún más.
Los siguientes
días, el caos se apodera de Anthony ya que por momentos, aparecen en la casa personas
diferentes llegando a pensar que, quieren echarle de su apartamento para
quedarse con él, pero ¿quién quiere hacerlo? Y otra cosa que le preocupa, ¿qué
opinaría Lucy, su otra hija de lo que está pasando en su vida? Y lo que es
peor, ¿Dónde está Lucy?
Cada día,
la cabeza de Anthony está más perdida en un laberinto de preguntas sin respuesta,
de personas que aparecen en el piso donde vive y que además es cambiante.
“El
padre” es una de esas películas excepcionales que se quedan grabadas a fuego en
nuestra mente, como mínimo mientras esta se mantenga sana. Parte de un idea tan
sencilla como potente, plasmarnos de una manera gráfica el desmoronamiento del
mundo y la memoria que sufre una persona con demencia.
No os
vamos a engañar, técnicamente “El padre” es más sencilla que el mecanismo de un
botijo ya que cuenta con, casi, un único escenario (el apartamento o piso donde
vive Anthony), dos protagonistas y dos o tres secundarios que entran y salen de
escena, a priori, sin demasiado sentido.
Argumentalmente
hablando, “El padre” cuenta con algo realmente particular, una historia contada
desde el punto de vista de una persona con demencia, es decir, cuenta con una línea
temporal inconexa en la que entran en juego detalles sutiles de la escenografía
mostrando a la perfección los vacíos en la mente de una persona enferma lo cual
potencia, sin amarillismos, el tono de drama.
Interpretativamente
os diremos que su dúo protagonista, Sir Anthony Hopkins y Olivia Colman, a
cada cual, con un trabajo interpretativo más excepcional. Si Hopkins consigue
hacernos sentir su desesperación por una situación que no sabe distinguir entre
la realidad y su mente, Olivia Colman brinda con su personaje una oda al dolor
que sufren los familiares de los enfermos, y lo hace tanto en sus diálogos como
en sus miradas y silencios. Sin lugar a duda, dos interpretaciones magistrales.
Por todo
lo que os hemos contado, nuestra nota final para “El Padre” es de un 8 sobre
10.
Título original: “The Father” – 2020 – Reino Unido
Duración: 97 minutos
Dirigida por: Florian Zeller
Género: Drama
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