Ya son
varias las películas y series que han llegado a nuestras pantallas los últimos
años y que tienen un punto en común, un extraño virus ha causado estragos en la
población mundial dejando un mundo distinto al que se conocía antes. ¿Alguien
ve algún paralelismo con el COVID? No que va…
En
esta ocasión se ha aprovechado un cómic de Jeff Lemire publicado en 2009 en el
que, después de una hecatombe mundial un niño-ciervo debe luchar en un mundo
desconocido para él. Pues bien, este 2021 y dentro de la potenciación del
género de la ciencia ficción de la plataforma de streaming Netflix, ha llegado
a su catálogo la serie “Sweet Tooth: el niño ciervo”, y hoy, os la contaremos
desde este rincón.
“Sweet
Tooth: el niño ciervo” empieza situándonos en un mundo post-apocalíptico, donde
10 años después de la aparición de un extraño virus, el H5G9, la población
mundial y a causa de las múltiples olas de dicho virus, ha quedado reducida a
la mínima expresión.
A modo
de flashback la acción nos sitúa 10 años atrás en el tiempo, cuando se
descubren los primeros afectados por el virus y la virulencia de este.
Paralelamente a los primeros estragos del virus, se observa un nuevo cambio en
la sociedad ya que, desde ese momento, todos los niños que nacen, lo hacen con
una particularidad, son niños híbridos (todos los niños tienen un porcentaje,
mayor o menor, de algún animal).
Como
la población lo relaciona con el virus, los híbridos son tomados como los
culpables del mismo, siendo ajusticiados por las personas y por grupos de caza
que se crean a tal fin. En ese punto, “Sweet Tooth” nos presenta a un pequeño
recién nacido al que llaman Gus (interpretado por Christian Convery), un
niño-ciervo que es rescatado por padre y escondido en un escondido rincón del
Parque Natural de Yellowstone.
Los
primeros años de vida de Gus pasan en el bosque, siendo cuidado por su padre
quien, día tras día le recuerda la importancia de no salir del mismo, de no
cruzar las vallas por el gran peligro que hay fuera de las mismas. Gus aprende a
sobrevivir con lo que tiene, a preparar jarabe de arce y a hacer vida más o
menos normal en su cabaña del bosque mientras su padre le escribe libros con
cuentos y le regala juguetes hechos por él.
Cuando
el pequeño tiene 10 años, unos cazadores de híbridos se adentran en el bosque
provocando que la vida del pequeño Gus cambie para siempre ya que, si no llega
a ser por la aparición de Jepper (Nonso Anozie) a quien el pequeño apoda como
“Grandote”, Gus habría muerto como acaba muriendo su padre.
Gus, el niño ciervo y Grandote (Jepper) |
A
regañadientes, el solitario Jepper (antiguo cazador de híbridos) acepta
llevarse al pequeño Gus con él, iniciando así una extraordinaria aventura a
través de unos devastados Estados Unidos para encontrar a la que Gus considera
su madre.
Por el
camino Jepper y Gus deberán se encontrarán con otras familias que se esconden
de los problemas y del virus y, como no podría ser de otra manera deberán
enfrentarse tanto a cazadores de híbridos como a grupos que, de una forma u
otra les defienden.
Paralelamente
a su viaje, dos historias más se irán cruzando para confluir en el mismo punto,
son las historias de, por un lado, el doctor Singh (Adeel Akhtar) quien después
de muchos años sin ejercer sobrepasado por el virus, deberá volver a hacerlo
para descubrir una cura que permita a su mujer, enferma crónica del H5G9
sobrevivir, y por el otro lado tenemos a Aimee una chica que se esconde en el
zoológico de la ciudad de Essex, creando con el tiempo una pequeña reserva de
híbridos.
¿Cómo
acabarán juntándose las tres historias? ¿Conseguirá el pequeño Gus encontrar a
su madre? Como ya os podéis imaginar, nosotros sabemos la respuesta a estas
preguntas, pero nos las guardaremos pues “Sweet Tooth: el niño ciervo” es una
serie que merece ser vista.
Argumentalmente
“Sweet Tooth: el niño ciervo” es una serie que, en su primera temporada está
perfectamente bien tramada, ya que sin profundizar demasiado en ninguna de las
historias consigue dejarnos con ganas de más, tanto en el camino de
autodescubrimiento, doloroso, de quien es el pequeño Gus, como en las historias
del resto de personajes demostrándonos que todos actuamos en base a lo que nos
ha tocado vivir.
En el
apartado más técnico, nos gustaría remarcar el excelente trabajo de
ambientación, pintándonos un mundo devastado y post apocalíptico donde los
pocos humanos que quedan tienen que volver atrás (recuperando viejos trenes,
desplazándose a caballo, etc.) mientras recorren al fuego purificador para
acabar con cada foco de virus. Realmente, cuando uno ve “Sweet Tooth: el niño
ciervo” se da cuenta que, la Tierra que vemos bien podría ser real en un
caso como el que nos pinta.
Interpretativamente
nos gustaría remarcar el excelente trabajo de sus dos actores principales, el
pequeño Christian Convery dando vida a un Gus que debe asumir que su vida no es
como se imaginaba que era, y el grandote Nonso Anozie dando vida al solitario y
atormentado Jepper, un hombre que lucha cada día por sobrevivir, un hombre duro
y con mejor corazón que el que nos dice que tiene en las primeras secuencias. El
resto de actores, más que correctos.
No os
vamos a engañar, “Sweet Tooth: el niño ciervo” nos ha sorprendido, gustándonos
y enganchándonos en todos y cada uno de los 8 capítulos de que se compone su
primera temporada.
Por
todo lo que os hemos contado, nuestra nota final para “Sweet Tooth: el niño
ciervo”, es de un 7.5 sobre 10.
Título
original: “Sweet Tooth” – 2021 – USA
Año de
creación: 2021
Año de
finalización: 2021 (primera temporada)
Duración:
8 capítulos (de unos 50 minutos cada uno)
Género:
Acción, Aventuras, Ficción
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