La verdad que hay veces que las sorpresas sientan de vicio, claro está que para que esto sea así, estas deben ser positivas, como fue el pasado 14 de febrero, cuando Antena 3 sin que lo supiéramos (mira que no avisarnos, ains..., malotes, así que solo nos queda lanzaros un: ¡gracias!).
Los dos la habíamos visto ya hace un tiempo (el gatuco no, pero tampoco le prestó mucha atención, la verdad), pero sinceramente, nos apetecía ver la continuación de las aventuras de los buenos de Woody y de Buzz Lightyear, con sus amiguetes.
En esta ocasión todos ellos se enfrentan uno tras otro a un sinfín de problemas (cruzar una calle en medio de tráfico, un nuevo cumpleaños con sus correspondientes regalos, enfrentarse al malo maloso de la historia para rescatar a Woody) y desternillantes situaciones.
Como quien no quiere la cosa un aniversario más ha llegado, y todos vuelven a estar expectantes de cual será el regalo estrella y si Woody o Buzz pueden perder su puesto de juguete favorito.
Pero no, esta vez la acción no viene por ese lado, más bien por uno de esos típicos mercadillos que se montan los americanos (sí, de esos en los que las familias montan sus tenderetes en el jardín y venden aquellos cachivaches que ya no quieren, algo así como un ebay a lo cutre, claro). Pues bien, sin quererlo ni beberlo, nuestro Woody acaba en la mesa de ventas, aunque nadie de la casa tenga la menor intención de venderlo, y menos cuando aparece en acción Al (Don Pollo), el malo de la película, que sin dudarlo, secuestra a Woody.
La acción está servida, Buzz al mando de un equipo de rescate (el perro muelle, Mr. Potatoe, el dino Rex, y el cerdito hucha) salen a la ciudad en búsqueda de su amigo.
Mientras, Woody descubre que su secuestrador es un coleccionista sin escrúpulos y que, como su amigo Buzz, él también tuvo sus momentos de gloria en televisión, con chica, caballo y capataz. Todos están ahí, a punto de ser vendidos a un coleccionista chino.
Ya veis, una vez más, la lucha por los amigos, la superación de los límites propios, y las opciones e ilusiones de futuro, todo mezclado con chistes buenos, con situaciones y diálogos inteligentes, hacen de “Toy Story 2” una más que digna secuela de la gran “Toy Story”.
Creemos que en esta ocasión la frase de: “toda segunda parte es mala” no se cumple, ya que, pese a que no llega al nivel de la primera, si obtiene una puntuación más que digna.
Valoración total del equipo: 7
Otras películas de la saga:
Título original: "Toy Story 2" – 1999 – USA
Dirigida por: John Lasseter
Género: Animación
Duración: 92 minutos
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